Buenos Aires (Martes, 18-09-2018, Gaudium Press) La Misión del Santo Rosario, que desde hace más de 20 años promueve Mercedes María Mingoranse, continúa la difusión de los cuadros de la imagen de la Divina Misericordia en Buenos Aires.
La iniciativa ha llamado la atención de muchos, más cuando en algunos lugares de Argentina se desarrolla una campaña para retirar imágenes religiosas de sitios públicos. El hecho más reciente ocurrió el pasado 4 de septiembre cuando quitaron el crucifijo de la sala de Legislatura de la provincia de Salta durante la presentación de un libro del periodista Horacio Verbitsky.
La Misión del Santo Rosario ya recibió, semanas atrás, el pedido para 26 cuadros con la imagen de Jesús Misericordioso por parte de jóvenes voluntarios que sirven en Cáritas de Villa María, y también de las Hermanas Clarisas Capuchinas de la Inmaculada. Las imágenes han sido colocadas en cada una de las habitaciones y en las oficinas del Hogar Municipal de Ancianos de Villa María.
Foto: Ritalaura por Cathopic. |
«Cuando se los envié pensé que no iban a autorizar su colocación, pues ahora hay una campaña para sacar imágenes religiosas de todos lados. Sin embargo, los colocaron y allí están», señaló Mercedes Mingorance, quien es citada por la agencia AICA.
A este pedido se sumó el de otros 12 cuadros que solicitó el Hospital de Rehabilitación Manuel Roca, que se sitúa en el barrio Floresta. Las imágenes se ubicaron en los consultorios.
Y los pedidos continúan…
La Misión del Santo Rosario es un apostolado que tiene la finalidad de promover la difusión del Evangelio, la oración y el ejercicio de la caridad. Se inspira en el llamado de Nuestro Señor que relata el Evangelio de Marcos 16, 15-16: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda creatura».
El apostolado, que nació de casualidad en un consultorio médico durante una conversación, comenzó animando la oración del Santo Rosario, acogiendo las palabras de San Juan Pablo II: «Esta oración a María, inmersa en la luz de Dios, está abierta hacia la tierra, hacia todos los problemas de cada ser humano, y a la vez de todas las comunidades humanas, de familias y de las naciones (…) El Rosario está abierto a toda la misión de la Iglesia, a sus dificultades y esperanzas (…) a sus persecuciones e incomprensiones, a cualquier servicio que ella cumple en relación a los hombres y los pueblos».
Su manera de llegar a las personas es a través de la difusión de material catequístico, rosarios, estampas, la entronización de cuadros del Sagrado Corazón de Jesús y de la Divina Misericordia.
Mercedes Mingorance, la principal promotora, es catequista y profesora de historia y geografía. A su cargo está la coordinación del apostolado.
Con información de AICA y Misión del Santo Rosario.
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