Obispos de Estados Unidos anuncian las primeras medidas de respuesta ante la actual crisis de abusos

Washington (Jueves, 20-09-2018, Gaudium Press) El Comité Administrativo de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) anunció el pasado 19 de septiembre una serie de medidas que responden a los recientes escándalos que han sacudido a la Iglesia del país y que reafirman el compromiso de los prelados «a sanar y proteger con toda la fuerza que Dios nos brinda». La declaración de los Obispos fue titulada «Volviendo al Señor» y recuerda la promesa solemne de los prelados de «cuidar a toda la grey en la que el Espíritu Santo le ha designado para pastorear la Iglesia de Dios».

Sede de la Conferencia de Obispos Católicos de Estadosu Unidos. Foto: Crisis Magazine.

«Nosotros, el Comité Administrativo de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, nos reunimos la semana pasada en Washington en este momento de vergüenza y tristeza», afirmaron los Obispos. «Algunos obispos, por sus acciones o por su falta de acción, han causado un gran daño tanto a las personas como a la Iglesia en general». Los prelados lamentaron los casos de abuso de autoridad y de grave inmoralidad y el hecho de que algunos miembros de la Iglesia hayan puesto el miedo al escándalo por encima de «la preocupación y el cuidado genuinos» que deberían caracterizar su ministerio.

Acciones concretas

Los obispos anunciaron cuatro medidas iniciales frente a la crisis actual y reiteraron su pesar por los dolorosos hechos ocultos que han salido a la luz últimamente. «Por esto, nuevamente pedimos perdón tanto al Señor como a aquellos que han sido dañados», manifestaron. «Volviendo al Señor para obtener fortaleza, debemos hacerlo y lo haremos mejor».

La primera de las medidas anunciadas es el establecimiento de un sistema de denuncia de terceros que «recibirá confidencialmente, por teléfono y en línea» las denuncias relacionadas a conductas indebidas por parte de los Obispos. El servicio «dirigirá esas quejas a la autoridad eclesiástica apropiada y, como lo exige la ley aplicable, a las autoridades civiles». La segunda iniciativa es una instrucción de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos al Comité de Asuntos Canónicos y Gobernabilidad de la Iglesia en el país para «desarrollar propuestas sobre políticas que restrinjan a los Obispos que fueron destituidos o dimitidos por acusaciones de abuso».

La tercera de las acciones anunciadas por la Conferencia de Obispos y que ha hecho eco en los medios de comunicación es la del inicio del desarrollo de un Código de Conducta para Obispos, el cual guiará a los prelados en los casos de abuso y señalará la manera de identificar lo que constituiría negligencia en el ejercicio de su labor con respecto a estos casos. Finalmente, los Obispos anunciaron su apoyo a «una investigación completa sobre la situación que rodea al Arzobispo McCarrick», la cual debe llevarse a cabo por laicos expertos en campos relevantes como la aplicación de la ley y los servicios sociales.

«Esto es solo un comienzo», aclararon los prelados. «La consulta con una amplia gama de padres de familia preocupados, expertos y otros laicos, junto con el clero y los religiosos, proporcionará medidas adicionales y específicas que serán implementadas para reparar el escándalo y restablecer la justicia. Acogemos con humildad y agradecemos la asistencia de todo el pueblo de Dios para hacernos responsables».

El Comité Administrativo pidió a los Obispos del país unirse en oración y penitencia durante el tiempo en que se desarrollan estas actividades, con el fin de aprovechar las investigaciones y trabajos como un tiempo de «profundo examen de conciencia». «A cualquiera que haya sido abusado, nunca dude en ponerse en contacto con la policía local. Si no se siente cómodo por alguna razón con la Iglesia brindando ayuda, su diócesis puede conectarlo con los servicios comunitarios apropiados», concluyeron los prelados. «Con compasión y sin juicio, los Obispos de los Estados Unidos se comprometen a sanar y proteger, con todas las fuerzas que Dios nos brinda».

Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.