Singapur (Sábado, 22-09-2018, Gaudium Press) El Arzobispo de Singapur, Mons. William Goh, emitió una detallada Carta Pastoral en la cual aborda el debate público sobre una iniciativa de abolición de un artículo del Código Penal, el S377A. El prelado denunció la posibilidad de que la enmienda conduzca a la redefinición legal del matrimonio y la familia y aconsejó a los creyentes oponerse a la iniciativa después de exponer de forma clara la doctrina de la Iglesia sobre la materia y las condiciones actuales que hacen inconveniente la propuesta.
Mons. William Goh, Arzobispo de Singapur. Foto: Arquidiócesis de Kota Kinabalu. |
«Para ayudarnos a formar nuestro juicio con prudencia sobre este asunto, primero debemos entender el Plan de Dios para la sexualidad humana», propuso el Arzobispo, quien dedicó la primera parte de su escrito a la visión antropológica cristiana del hombre y la mujer y la sacralidad de la unión matrimonial prevista por Dios desde la creación del ser humano. «La sexualidad se ordena al amor conyugal del hombre y la mujer», recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica citado por el Arzobispo, quien destacó que «el matrimonio no es una institución puramente humana».
El prelado aclaró que la Iglesia no discrimina a ninguna persona, sin distingo de sus acciones, y considera a todos como «dignos del amor y la misericordia de Dios», valorando «con los ojos de Jesús» a quienes luchan contra inclinaciones desordenadas sin por este motivo considerar aceptables los actos concretos contrarios a la moral. Ante el debate actual, el Arzobispo reconoció que la decisión sobre las normas penales pertenece a los legisladores, pero afirmó el derecho de la Iglesia de participar en el diálogo y ofrecer su punto de vista para buscar «leyes sabias y justas para el bien de todos».
«Los católicos, como individuos y ciudadanos responsables, tienen un papel importante que desempeñar al expresar sus opiniones al gobierno. Tenemos el deber de hablar y participar en la esfera pública y social para lograr el bien común, que es la suma total de las condiciones sociales que promueven el florecimiento de las personas, la familia y la sociedad», expresó Mons. Goh. «No podemos guardar silencio sobre cuestiones que afectan la vida de todos en la sociedad y el bienestar de la sociedad, hoy y en el futuro. El silencio a menudo se malinterpreta como consentimiento».
Para fomentar un debate consciente, el Arzobispo formuló una serie de preguntas sobre los derechos de los ciudadanos , el bien común y las implicaciones de una transformación legal para la vida de la Iglesia y los fieles católicos. Cuestiones como la promoción de la ideología de género, la limitación de la libertad religiosa y la identidad religiosa de las instituciones educativas que podrían ser afectadas fueron propuestas como tema de reflexión. El prelado expresó sus temores sobre la búsqueda de nuevas reformas tras la modificación del Código Penal y pidió garantías para mantener la protección de la institución del matrimonio y la familia.
«Hasta que el Parlamento ponga en marcha una formulación que concuerde más perfectamente con el espíritu de la ley», comentó finalmente el prelado, » soy de la opinión de que S377A no debe derogarse bajo las circunstancias actuales». «Como principal pastor de la Arquidiócesis, hago un llamamiento a todos los católicos para que tomen la decisión consciente de rechazar la derogación del futuro de nuestras familias, la humanidad y la sociedad».
Con información de Arquidiócesis de Singapur.
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