Roma (Lunes, 24-09-2018, Gaudium Press) Con una multitud de personas que se congregó en la Basílica de San Juan de Letrán, fue abierta en la mañana del viernes 21 de septiembre la fase diocesana para la Beatificación y Canonización de Chiara Corbella Petrillo, joven esposa y madre, que entregó su vida por sus hijos.
«Escuchando a las personas que la conocieron, nos damos cuenta que el testimonio cristiano de Chiara es un faro de luz, que hace casi tocar con la mano la cercanía amorosa de Dios que es Padre y ayuda descubrir la belleza de la Iglesia, que en la fraternidad de sus hijos y en el cuidado de sus pastores se muestra madre», fueron parte de las palabras que pronunció el Cardenal Angelo De Donatis, Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, durante la apertura de la fase diocesana hacia la Bestifición de la Sierva de Dios.
El Cardenal De Donatis firma el documento que da apertura a la fase diocesana del proceso de Beatificación de Chiara Corbella / Foto: RomaSette.it. |
«Conociendo su vida vemos que María en la Iglesia, a través de la obra del Espíritu, continúa generando hijos de Dios, enseñando a ellos como custodiar la Palabra del Padre, como comprender el sentido de los acontecimientos a la luz de esta Palabra, cómo dejar en las manos de Jesús la propia vida siguiendo sus huellas, para llegar donde nos espera, en el Amor. Decía Chiara: ‘Cualquier cosa que hagas tendrá sentido solo si la ves en función de la vida eterna'», continuó el Cardenal.
El purpurado también destacó el legado que la Sierva de Dios dejó como testimonio para la familia y en defensa de la vida: «Aquello que Chiara vivió primero en la familia, luego junto a su esposo Enrico, toca la verdad de la existencia humana, y de sus pilares fundamentales profundamente conmocionados: ¿Cuál es el significado del amor humano y de la vida, desde su inicio hasta su fin?, ¿Cuál es la misión peculiar de la mujer?, ¿Qué es y cómo se vive un matrimonio según Dios?».
Culminando su intervención, el Cardenal De Donatis dijo esperar que una vez finalice la fase diocesana del proceso de Beatificación y Canonización de Chiara, ella «pueda convertirse en modelo de santidad, aprobada por la Iglesia, para todos los fieles cristianos, sobre todo para aquellos que en esta joven mujer, casada y madre de tres hijos, encuentran aliento y apoyo en el servicio del amor y la vida conyugal».
El acto de apertura de la fase diocesana contó con la presencia de los padres de la Sierva de Dios, Roberto Corbella y María Anselma Ruzziconi. En la fecha Chiara estaría celebrando 10 años de matrimonio con Enrico.
Chiara Corbella es modelo de esposa, madre y defensora de la vida / Foto: Diocesi di Roma. |
Chiara Corbella Petrillo nació en Roma el 9 de enero de 1984. Desde pequeña, con tan solo cinco años, comenzó a frecuentar la comunidad de Renovación en el Espíritu, donde comenzó un itinerario en el que aprende a ver a Jesús como un amigo, y a compartir la fe con los hermanos de camino.
En el 2002 conoce a Enrico Petrillo, con quien se casa en Asís en septiembre de 2008. Muy pronto queda en cinta de su primer hijo, pero las ecografías revelan que padecía anencefalia. Pese al diagnóstico médico, los jóvenes esposos deciden llevar adelante el embarazo. El 10 de junio de 2009 da a luz a María Gracia Letizia, quien fallece media hora después.
Pasados algunos meses, Chiara queda nuevamente embarazada, con la tristeza de que al bebé, a quien llamaron Davide Giovanni, le diagnostican también una malformación, falleciendo poco después de nacer. Era el 24 de junio de 2010.
Las esperanzas para la joven pareja llegan con el embarazo de Francesco, un hermoso bebé que venía en perfectas condiciones. Pero otro anuncio sorprendería al matrimonio: A Chiara le diagnostican un cáncer.
Pese a la solicitud de los médicos por dar término a su embarazo, la joven toma la decisión de esperar al nacimiento de su pequeño para luego realizar el tratamiento de su enfermedad. Francesco nace el 30 de mayo de 2011, y Chiara inicia poco después su tratamiento, con el infortunio de no tener buenos resultados: el tumor que tenía se había extendido muy rápido y fallece el 13 de junio de 2012, cuando contaba solo con 28 años.
De la redacción de Gaudium Press, con información de Diocesi di Roma y chiaracorbellapetrillo.it.
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