Toledo (Martes, 25-04-2018, Gaudium Press) Sin la celebración de la Eucaristía la Iglesia sería un simple grupo religioso. Esto es lo que afirma Mons. Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Toledo y Primado de España, en la Carta Pastoral para el Curso 2018-2019 «La Caridad es fuente en la que beben la Iglesia y la Familia», que dio a conocer el sábado 22 de septiembre en la jornada de inicio del nuevo curso pastoral celebrada en el Colegio de Nuestra Señora de los Infantes.
En el documento, el Arzobispo brinda las directrices del Plan Pastoral Diocesano para este año. Éste consta de cuatro capítulos: primero, «¿De qué hablamos cuando hablamos del amor?»; segundo, «‘Agapé’, el amor que tiene a Dios en su origen»; tercero, «El amor de caridad en la comunidad cristiana, corazón de toda auténtica evangelización»; cuarto, «La fuente en la que beben los hijos de la Iglésia». Además de un epílogo.
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Es en el cuarto capítulo en el cual Mons. Rodríguez recuerda la importancia de los sacramentos para la vivencia de la caridad, sobre todo la celebración Eucarística, que es fuente y culmen de la vida cristiana.
Allí el prelado hace una reflexión a modo de pregunta: «No es exagerado declarar que el Domingo, y la celebración de la Santa Misa dominical, están en peligro de convertirse en insignificante para un número mayor de bautizados, porque sin la celebración de la Eucaristía que nos dejó Jesucristo, ¿qué somos? ¿Un grupo religioso más, que tiene estas y aquellas características, consideradas ‘extrañas’ por la cultura dominante?».
Al respecto, responde y alienta: «Quiera Dios que todos aportemos algo para convencernos como Iglesia de que el domingo es mucho domingo y sintamos que algo nos falta si no participamos de la Misa dominical, precisamente como cristianos que saben que la celebración de la ‘fracción del Pan’, de la Eucaristía tiene que ver con el nacimiento de nuestra fe y nuestra Iglesia, con un encuentro que se celebra en domingo (…) el primer día de la semana, por ser el día de la Resurrección de Cristo y cuando se mostró resucitado a los suyos en el Cenáculo, presencia que se prolonga en el tiempo, encuentro vital para los que tienen a Jesús de Nazaret como Mesías y Señor».
En el cuarto capítulo, el Arzobispo de Toledo también se refiere a un recurso importante para la vida cristiana: la oración. «Existe un segundo recurso o fuente para la travesía del camino. En esa fuente hay, por supuesto, agua y alimento para ser fuertes en la fe: la oración», indica.
Al respecto, Mons. Rodríguez invita a leer los números 36 y 37 de la Encíclica ‘Deus caritas est’ de Benedicto XVI, que se refieren a la oración. De acuerdo con el prelado, «señalan la importancia que el Papa Benedicto XVI quiso dar a la dimensión de la acción caritativa de la Iglesia».
«Sí decimos que, en nuestros días, el que lleva a cabo la actividad caritativa no puede renunciar al fundamento de la fe y al testimonio cristiano; en la llamada ‘postmodernidad’ no es algo que se presuponga. Hemos entrado hace tiempo en la cultura de la filantropía general, que obliga a una respuesta nueva. Se necesitan personas, que, en nombre de la Iglesia, dan testimonio del amor de Dios y que tienen que ser formadas e impregnadas en la fe de Cristo», prosigue.
El Arzobispo, en la carta semanal con fecha del 23 de septiembre, también resume el contenido del programa pastoral, implícito en la Carta para el curso 2018-2019, explicando:
«El contenido de nuestro programa pastoral y mi exhortación en mi carta tiene fundamentalmente que ver con la manera de amar a Dios y los demás, en si, por ser cristianos, hemos de destacar en ese amor que llega hasta a amar a los enemigos. Ese amor ha de desplegarse en tres direcciones: 1) una Iglesia misionera que sale de su cómoda casa; 2) una Iglesia pobre para los pobres; y 3) una Iglesia que celebra».
Con información de la Archidiócesis de Toledo.
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