Managua (Martes, 25-09-2018, Gaudium Press) En declaraciones a Noticias ABC, Mons. Juan Abelardo Mata, obispo de Estelí en Nicaragua, afirmó que no es necesario un pronunciamiento de la Iglesia afirmando que el gobierno del país no quiere diálogo, porque es evidente que no tiene ningún interés en dialogar.
Entretanto, Mons. Mata también señaló que «el único camino racional [de solución del conflicto en Nicaragua] es el diálogo, no es la fuerza ni por un lado ni por otro. Si no nos sentamos a dialogar, buscando el bien de la patria, no saldremos». El prelado insistió en que el gobierno está incrementando la violencia, algo que se le puede revertir.
Pronunciamientos del Nuncio y del Cardenal Brenes sobre el diálogo
Mons. Waldemar Sommertag, Nuncio Apostólico en Nicaragua, afirmó que «urge una solución democrática entre los nicaragüenses, que garantice y respete los derechos de cada uno». «No tenemos que cansarnos en la búsqueda sincera del diálogo que ayudará a abrir las puertas de las conciencias y de los corazones, no solamente para comprender sino también para actuar concretamente por el bien de todos». afirmó el prelado polaco.
Por su parte, el Cardenal Leopoldo Brenes -respondiendo a una pregunta que señalaba el silencio del gobierno a los diversos llamados al diálogo- invitó a que «pidamos a nuestro buen Dios que ilumine nuestros corazones para que en un momento determinado podamos sentarnos a platicar, no que sea cuando estemos en el precipicio». «Al final, el Señor (Jesucristo) va dando las pautas, en los años ochenta se dijo que no se dialogaba y al final se dio. El diálogo es la salida para nosotros. Como hombre de esperanza, creo que hay que estar tranquilo, al final tendremos que sentarnos a dialogar», enfatizó.
El purpurado también se refirió a la discusión que tendrá lugar en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EE.UU. sobre la Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua de 2018 -que muchos tildan de persecutoria contra la oposición. Afirmó que existe la posibilidad de que a partir de esa discusión se congelen fondos que se destinan a Nicaragua. «El Gobierno, a lo mejor estará pensando en un plan B, pero sabemos que todo el apoyo que se puede perder con esa ley va afectar muchísimo al pueblo de Nicaragua, de manera especial a los más pobres», advirtió.
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