Lima (Lunes, 01-10-2018, Gaudium Press) El pasado viernes se inició el proceso de canonización de Mons. Federico Kaiser, Misionero del Sagrado Corazón de Jesús alemán, que fue el primer obispo de Caravelí, en el Perú. Mons. Kaiser, nacionalizado peruano, fue también fundador de la Congregación de las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima.
El acto de inicio de canonización contó con la lectura del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos y la constitución del Tribunal, que se encargará de la revisión de la causa. Luego de la lectura de los decretos se procedió a la aceptación de los miembros del Tribunal y la juramentación frente a la Cruz y a la Biblia. Concluida la juramentación se prosiguió con la firma del acta. Finalmente, la Madre María Inmaculata, postuladora de la causa entregó una lista de testigos que darán fe de las virtudes de Monseñor Kaiser.
También se encontraba el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, primado del Perú, quien es el ordinario competente en el inicio de este proceso, pues Monseñor Kaiser falleció en Lima el 26 de septiembre de 1996.
Afirmó el Cardenal Cipriani en el acto, que ese acontecimiento representa una alegría para todo el pueblo peruano: «Quiero manifestar la alegría de la Iglesia por este proceso, porque la razón de ser de la Iglesia es la llamada a la santidad. Estamos todos llamados a la santidad. Jesús nos invita a la santidad y cada uno responde. ¡Esa respuesta generosa, libre y heroica hace que se confirme la santidad! Este caso particular podemos decir que por sus frutos los conoceréis».
Igualmente el purpurado limeño destacó la labor de la Congregación fundada por Monseñor Kaiser: «La Congregación Jesús Verbo y Víctima recorre el país impartiendo catequesis casa por casa, con amor a la Eucaristía. Ellas han hecho que la santidad de Mons. Kaiser brille. Recorremos la vida de un hombre que ilumina la vida de millones, Dios quiere que en esa multitud de santos aparezca uno. Así aparecen los santos que iluminan épocas de la Iglesia con una luz muy fuerte. La santidad en silencio, con la fortaleza de los hechos, se abre camino. Dejar que Monseñor actúe».
Con información de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima.
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