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Denver (Viernes, 16-10-2009, Gaudium Press) La astrofísica contemporánea es «la clave científica para probar la existencia de Dios, pero, infelizmente, pocos conocen estos hechos científicos». Fue lo que dijo el físico jesuita Robert J. Spizer, en una conferencia realizada el día 30 de setiembre de este año en el Centro Juan Pablo II para la Nueva Evangelización, en Denver, capital de Colorado (EE.UU.).
Jesuita, filósofo y ex-rector de la Universidad Gonzaga, en Washington, Spitzer se dedica, actualmente, a explicar las consecuencias metafísicas de los últimos descubrimientos astrofísicos.
«La existencia de un Creador se puede explicar por medio de la ciencia contemporánea y la filosofía moderna, hoy mejor que nunca. Es interesante lo que está sucediendo en el campo de la astrofísica, al paso que no puedo comprender por qué el agnosticismo y el ateísmo siguen siendo populares», resaltó.
Spitzer explicó que las evidencias científicas más recientes apuntan que el universo es finito y que «comienza en cierto punto estimado en 13 mil millones de años y está en constante expansión».
La necesidad de un Creador
«Cada modelo de Bing Bang muestra lo que los científicos llaman de singularidad, y la existencia de cada singularidad exige que exista un elemento externo al universo», declaró.
Spitzer recordó que Roger Penrose – famoso matemático y físico inglés – corrigió algunas de las teorías de su amigo y también físico Stephen Hawking, concluyendo que todas las teorías del Bing Bang, inclusive la llamada «teoría cuántica», confirman la existencia de estas singularidades.
«Todas las explicaciones nos llevan a una fuerza que es independiente del universo. Puede parecer un argumento teológico, pero realmente es una conclusión científica», aseguró Spitzer.
El jesuita concluyó afirmando que «50% de los astrofísicos están ‘saliendo del armario’ para aceptar una conclusión metafísica: la necesidad de un Creador, fuera del espacio y el tiempo».
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