Celebración Eucarística en la Basílica de Guadalupe marca inicio del Año Misionero

Ciudad de México (Viernes, 05-10-2018, Gaudium Press) Por ocasión del inicio del Año Misionero, el Presidente de las Obras Misioneras Pontificias (POM), Mons. Giovanni Pietro Dal Toso, estuvo en México, donde presidió en el último martes, 02, una Santa Misa en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

Durante su homilía, el prelado recordó que «la Iglesia es misionera y lo es precisamente porque todos los hombres pueden experimentar que Cristo murió y resucitó por ellos, para liberarlos de todo mal y darles auténtica vida. Así también podemos entender la presencia de los ángeles: cada uno de nosotros disfruta de una ayuda especial a través del ángel para recorrer los caminos del bien. El ángel nos instruye, nos aconseja, nos defiende, para que este bien pueda ser preservado en nosotros, la salvación que Dios adquirió para nosotros en Cristo, su Hijo».

El Arzobispo señaló además que «Dios envía a nosotros sus ángeles para que nos sigan, nos acompañen, nos guarden. Los ángeles son instrumentos de Dios… Dios es bueno con nosotros, no quiere nuestro mal, sino nuestro bien».

Para usufructuar la protección de los ángeles, Mons. Dal Toso aconseja que debemos ser como niños, pero advierte «ser un niño delante de Dios no significa ser egoísta y hacer peleas. Ser niño significa abrirnos con confianza a la acción de Dios en nosotros. Como el niño que está a salvo porque se siente en los brazos de su padre o madre, el cristiano está a salvo porque se siente en los brazos de Dios».

El prelado manifestó además su deseo de que la Basílica de Guadalupe se torne un lugar de oración misionera. «Este Año Misionero es una ocasión especial para que este Santuario se convierta en un lugar de oración misionera, para despertar el sentido de la misión en todo el Pueblo de Dios».

Mons. Dal Toso además trató sobre la evangelización a través de internet y de las redes sociales, cuestionando: «¿Dónde está Dios en internet?». Según él, «la comunicación de las redes exige de nosotros una auténtica conversión. Se trata de primero entender el desafío de la red, y de utilizar, pues, nuestra creatividad para compartir en ella la Fe».

Concluyendo su mensaje, el prelado resaltó que en las redes es importante tener una identidad clara, mantener la promesa de «anunciar a Cristo a los que no lo conocen o no lo encontraron». (EPC)