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Oswiecim (Martes, 09-10-2018, Gaudium Press) Tras visitar a celda en la que se consumó su condena a muerte en el antiguo campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el Obispo de Bielsko-Zywiec, Polonia, Mons. Roman Pindel, celebró en Oswiecim los 36 años de la canonización de San Maximiliano Kolbe. El Santo es recordado por su audaz empleo de los medios de comunicación para evangelizar y difundir la devoción a la Santísima Virgen, materializada en la Milicia de la Inmaculada, organización devota que fundó como reacción a las acciones de enemigos de la Iglesia.
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| San Maximiliano Kolbe. |
«San Maximiliano dio su vida para salvar la unidad del matrimonio», recordó el prelado en su homilía, haciendo referencia a su ofrecimiento de reemplazar a un hombre condenado a muerte que tenía esposa e hijos para que pudiera reencontrarse con su famila como efectivamente sucedió. «Esta fue la lógica de elección cuando apareció de entre varios prisioneros y declaró que quería morir de hambre en lugar de Franciszek Gajowniczek, quien había sido elegido».
Este último testimonio de un religiosos que entregó la totalidad de su vida en favor de la evangelización y la difusión de la Consagración personal a la Santísima Virgen es una expresión de la sacralidad del Sacramento del Matrimonio. «Que sea una señal para nuestro tiempo», expresó Mons. Pindel. «Que él interceda por nosotros y que volvamos a la unidad y profundicemos el amor conyugal, el amor en la familia».
Los fieles católicos ofrecieron como obsequio a la parroquia de San Maximiliano un retrato del Santo y veneraron sus reliquias de segundo grado, ya que su cuerpo fue incinerado junto a los demás prisioneros del campo de concentración. La parroquia conserva un Rosario de su propiedad que fue obsequiado al prisionero Wilhelm Zelazny y varios objetos empleados por el sacerdote para celebrar la Eucaristía en el campo de concentración. San Maximiliano Kolbe fue beatificado en 1971 por el Beato Papa Pablo VI y canonizado en 1982 por San Juan Pablo II.
Con información de KAI.
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