Seúl (Jueves, 11-10-2018, Gaudium Press) El Cardenal Andrew Yeom Soo-Jung, Arzobispo de Seúl, celebró el anuncio de que el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, haya invitado al Papa Francisco a Pyongyang, capital del país, y expresó su deseo, puesto en oración, de que se pueda recuperar la libertad religiosa. De esta manera se podría retomar el apostolado, suspendido tras la llegada del comunismo a Corea del Norte y la eliminación sistemática de la comunidad de creyentes.
Cardenal Andrew Yeom Soo-Jung, Arzobispo de Seúl, Corea del Sur. Foto: Vatican News. |
«El Santo Padre siempre se ha preocupado y se preocupa por la paz en la península coreana; y ha incluido en sus oraciones a los coreanos, siempre que ha habido eventos importantes en la historia reciente», comentó el Cardenal, según informó Fides. «Espero que estos esfuerzos ayuden a construir una paz genuina en la península de Corea. Sobre todo, como Administrador Apostólico de Pyongyang, oro sinceramente para que en los días venideros podamos enviar sacerdotes y religiosos al Norte y celebrar juntos los Sacramentos».
El título de Administrador Apostólico de Pyongyang, Corea del Norte, es investido al Arzobispo de Seúl, Corea del Sur, con el fin de mantener en existencia las jurisdicciones eclesiásticas creadas antes de la llegada del comunismo a Corea del Norte. Los prelados surcoreanos deben ocupar los cargos debido a que no existen Obispos ni sacerdotes en un territorio que contaba con más de 55 mil creyentes y 57 templos hasta 1950.
Después del envío de los creyentes y sacerdotes locales a campos de concentración y la destrucción de las iglesias y los símbolos religiosos a causa de la prohibición total de la fe, sólo se conserva un templo católico en Pyongyang. Éste es empleado como atracción turística y posible medio de propaganda y en el lugar no se celebra la Eucaristía. Un elaborado sistema de 51 categorías sociales impuesto por el estado hace que los creyentes que aún subsistan en el país tengan menores oportunidades de educación y trabajo, no reciban subsidios de alimentos y puedan ser objeto de represión violenta. Declaraciones de sacerdotes de Corea del Sur que han visitado algunas áreas de Corea del Norte afirman la posibilidad de que algunos cientos de ciudadanos hayan conservado su fe cristiana de una manera clandestina.
Con información de Fides y AsiaNews.
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