Buenos Aires (Miércoles, 17-10-2018, Gaudium Press) Mons. Héctor Aguer, Arzobispo emérito de La Plata, Argentina, rechazó con firmeza la reforma a la Ley de Educación Sexual Integral, que ya había sido objeto de una alerta por parte del Consejo de Educación Católica de Buenos Aires por su imposición de «una mirada y una perspectiva únicas» que desconoce el diálogo necesario con los padres de familia.
Mons. Héctor Aguer, Arzobispo emérito de La Plata, Argentina. Foto: Arzobispado de La Plata. |
El prelado citó la ley existente sobre el tema, la cual denunció como «una ley imperiosa, que no respetaba la libertad de educación propia de los padres de familia, de las instituciones religiosas» y advirtió que la enmienda de la misma, discutida en la Cámara de Diputados de Buenos Aires es aún más restrictiva. «Vamos de mal en peor, efectivamente, sobre el mismo tema», lamentó en una alocución televisiva divulgada por la agencia AICA.
En el debate, los diputados proponentes hicieron descalificaciones sobre la labor e influencia de la Iglesia y lamentaron que las normativas permitieran a los centros educativos con identidad religiosa definir los contenidos. Las palabras empleadas por los diputados fueron: «dictar la educación sexual según sus preceptos oscurantistas, prejuiciosos y discriminadores», denunció el Arzobispo emérito. Los legisladores afirmaron la necesidad de introducir una educación sobre el tema «científica, laica y con perspectiva de género» y designaron en la propuesta una comisión para aplicar la norma integrada por funcionarios públicos, centros de estudiantes, sindicatos de maestros y «representantes de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual y de género».
«Yo me pregunto», cuestionó Mons. Aguer: «¿Los padres de familia no tendrán nada que opinar? ¿Y si no quieren que les enseñen eso a sus hijos? ¿Y las instituciones privadas, sean religiosas o no, que tienen su propio ideario, por qué tienen que recibir los mandatos de esta Comisión tan curiosamente integrada?». La asignatura de esta forma definida será de carácter obligatorio, «con espacio curricular propio y contenidos transversales en todos los niveles y modalidades del sistema educativo de la Provincia» y la norma anima a invitar a los talleres a representantes de organizaciones civiles y activistas.
El Arzobispo indicó como conclusión que la norma «es contraria a la libertad de educación», «a la libertad de los padres a elegir el tipo de educación que desean para sus hijos, máxime en un área tan delicada, tan importante, para la formación de la personalidad», a la libertad de las instituciones privadas y a la libertad religiosa de la Iglesia Católica y de otras confesiones. La normativa «es totalitaria y destila odio, como ustedes ya escucharon, en sus fundamentos. Y es odio contra la Iglesia y contra la naturaleza humana».
«La ideología de género es otra versión del marxismo», alertó el prelado. «Y esto es lo que no se sabe frecuentemente, pero se ve en el talante de esta ley. Así como en el marxismo se daba a la oposición dialéctica entre opresores y oprimidos, capitalistas y obreros, aquí también se da la oposición dialéctica de varones y mujeres. Se quiere suprimir la heterosexualidad natural en los niños y jóvenes». Mons. Aguer animó a los fieles a no quedarse en silencio ante la propuesta, protestar claramente para evitar una aprobación plena en el legislativo o motivar un veto a nivel de Gobernación. «Hay que llorar un poco y rezar, rezar mucho. Que la Virgen Santísima nos ayude», concluyó.
Con información de AICA.
Deje su Comentario