Ciudad del Vaticano (Lunes, 22-10-2018, Gaudium Press) En el Ángelus dominical, Francisco habló de la mentalidad mundana y de su cura, meditando en el Evangelio del día, en el que la Escritura relata como los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, piden a Jesucristo lugares a la derecha y a la izquierda el día de la gloria del Señor.
La respuesta de Jesús al pedido de esos apóstoles, evidencia, según el Papa, el deseo de Jesús de «corregir a sus discípulos convirtiéndolos de la mentalidad del mundo a la de Dios». Recordemos aquí lo que dijo el Señor en esa ocasión: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado». (Mc 10, 39-40)
Esos apóstoles están «contaminados por el espíritu del mundo», señaló el Pontífice. «Mientras ellos hablaban de ‘tronos de gloria’ sobre los que sentarse junto a Cristo Rey, Él habla de un ‘cáliz’ para beber, de un ‘bautismo’ para recibir, es decir, de su pasión y muerte», pues «ellos también, como los otros Apóstoles, participarán de su cruz, cuando llegue su hora».
«El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra el morbo de la búsqueda de los primeros lugares». afirmó el Papa. Francisco invitó a entender el Evangelio como una «llamada a la conversión, a dar testimonio con valentía y generosidad de una Iglesia que se inclina a los pies de los últimos, para servirles con amor y sencillez».
Con información de Vatican News
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