Ciudad del Vaticano (Martes, 23-10-2018, Gaudium Press) En la homilía de esta mañana del 23 de octubre, en la Casa Santa Marta, el Pontífice reflexionó sobre la Carta de San Pablo a los Efesios, que dice que Dios hizo un regalo: nos tornó «ciudadanos», que consiste en habernos dado una identidad, «una cédula de identidad».
En Jesús, de hecho, Dios nos reconcilia, eliminando la enemistad, de modo que podemos presentarnos, unos a otros, al Padre en un solo Espíritu», esto es, «nos hizo uno». Así, somos conciudadanos de los santos en Jesús, destacó el Papa.
Dios, por tanto, «nos hace caminar» rumbo a la herencia con esta certeza de ser «conciudadanos» y que «Dios está con nosotros».
Y la herencia, dijo Francisco, «es lo que buscamos en nuestro camino, lo que recibiremos al final».
Pero es preciso buscarla todos los días y lo que nos lleva adelante en el camino de nuestra identidad rumbo a la herencia es justamente la esperanza, tal vez la virtud «más difícil de entender».
Esperanza
Fe, esperanza y caridad son un don.
«¿Qué es la esperanza?», preguntó Francisco, destacando que es esperar el Cielo, «encontrar a los santos», «una felicidad eterna».
«¿Pero qué es el cielo para usted?», preguntó:
«Vivir en la esperanza es caminar, sí, rumbo a un premio, rumbo a la felicidad que no tenemos aquí, pero tendremos allá… es una virtud difícil de entender.
Es una virtud humilde, muy humilde.
Es una virtud que jamás desilusiona: si usted espera, jamás quedará desilusionado. Jamás, jamás.
Es también una virtud concreta.
«¿Pero cómo puede ser concreta, si yo no conozco el Cielo y lo que me espera?».
La herencia muestra que la esperanza en algo, no es una idea, no es estar en un bello lugar…no.
Es un encuentro. Jesús siempre destaca esta parte de la esperanza, este estar a la espera, encontrar.
Encuentro con el Señor
En el Evangelio de hoy (Lc 12,35-38), la esperanza consiste en el encuentro con el señor cuando vuelve de la fiesta de casamiento. Por tanto, es siempre un encuentro con el Señor, algo concreto.
Sabiduría de los pequeños encuentros
«La esperanza es concreta, es de todos los días porque es un encuentro. Y todas las veces que encontramos a Jesús en la Eucaristía, la oración, el Evangelio, en los pobres, la vida comunitaria, todas las veces damos un paso más rumbo a este encuentro definitivo. La sabiduría de alegrarse con los pequeños encuentros de la vida con Jesús, preparando aquel encuentro definitivo,» completó. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
Deje su Comentario