Ciudad del Vaticano (Martes, 22-10-2018, Gaudium Press) La Iglesia conmemoró ayer a un Santo que es considerado el Papa de la Juventud: San Juan Pablo II.
Volvamos en el tiempo
Estamos en la explanada de Tor Vergata, en el Jubileo del Año 2000.
Este fue un momento considerado emblemático de la relación del Papa venido de Polonia con los jóvenes de entonces.
Con todo, como su voz continúa más que nunca actual, Vatican News publicó trechos de las palabras del Papa proferidas en aquella ocasión.
Jesús, el Evangelio, el Martirio
El centro del mensaje de Juan Pablo II fue Jesús y el Evangelio:
También hoy, queridísimos amigos, creer en Jesús, seguir a Jesús por las pisadas de Pedro, de Tomás, de los primeros apóstoles y testigos, implica una toma de posición a favor de Él y, no raro, casi un nuevo martirio: el martirio de quien, hoy como ayer, es llamado a ir contra la corriente para seguir al divino Maestro.
Centinelas del mañana
El Pontífice llamó a los jóvenes de «centinelas del mañana», advirtiéndolos contra los «mesianismos secularizados»:
Queridos amigos, veo en vosotros los «centinelas del mañana» (cf. Is 21, 11-12), en esta alborada del tercer milenio. En el transcurso del siglo que muere, jóvenes como vosotros eran convocados en reuniones oceánicas para aprender a odiar, eran mandados a combatir unos contra otros. Los diversos mesianismos secularizados, que pretendieron substituir la esperanza cristiana, se revelaron después auténticos infiernos.
Hoy os encontráis reunidos aquí para afirmar que, en el nuevo siglo, no os prestareis a ser instrumentos de violencia y de destrucción; defenderéis la paz, a costa de la propia vida si es necesario.
Defenderéis la vida en todas las etapas de su evolución terrena, os esforzaréis con todas vuestras fuerzas por tornar esta tierra cada vez más habitable para todos.
Imitar a María
Queridos jóvenes del siglo que comienza, diciendo ‘sí’ a Cristo, decís ‘sí’ a cada uno de vuestros más nobles ideales.
Yo pido a Cristo que reine en vuestros corazones y en la humanidad del nuevo siglo y milenio. No tengáis miedo de entregaros a Él: os guiará y dará fuerza para seguiros cada día en todas las situaciones. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
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