Phoenix (Martes, 23-10-2018, Gaudium Press) Nathan Ward, profesor de arte de la Xavier College Preparatory de Phoenix, Estados Unidos, emprendió durante tres años una experiencia que le aportó una visión diferente de su espiritualidad: sin contar con experiencia previa, se propuso tallar en madera, con cincel y martillo, una escultura del Cuerpo de Cristo para el altar de la Capilla de la institución. La labor culminó exitosamente en el mes de junio y el crucifijo fue instalado en el lugar de culto antes del ingreso de los estudiantes en agosto.
El Prof. Nathan Ward durante la elaboración del crucifijo.Foto: Nathan Ward / The Catholic Sun. |
«Hay muchas anécdotas de mi época trabajando en esta pieza», comentó el profesor a Catholic Sun, el informativo de la Diócesis de Phoenix. «No estaba seguro de cómo lo lograría. Finalmente le pedí a Jesús que me guiara las manos y se convirtieron en sus herramientas de poder para la talla». La parte que más le costó trabajo fue el rostro inclinado del Salvador y varios aspectos técnicos como la representación de un material suave como la tela en la dureza de la madera de maple empleada para la escultura.
Una de las preocupaciones fue el uso de herramientas manuales hasta el momento desconocidas y la posibilidad de accidentes. El único reportado por el profesor parece tener más de providencia que de hecho fortuito: «La única vez que me corté, estaba tallando la corona de espinas», relató. El resultado final no parece en medida alguna la obra de un principiante.
Pero más allá de la satisfacción de una obra concluida, la talla le permitió al maestro dedicar muchas horas a la contemplación del misterio de la Crucifixión, algo ya experimentado en una peregrinación ala Santuario de Lourdes, Francia. «Mientras estaba allí, me sorprendieron los crucifijos de tamaño natural y me quedé con un nudo en la garganta cuando los vi», recordó el ahora escultor. «Tuve el mismo nudo en la garganta cuando vi el Cuerpo instalado en la Capilla Xavier».
Con información de The Catholic Sun
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