Nueva York (Miércoles, 24-10-2018, Gaudium Press) Un estudio realizado recientemente en los Estados Unidos estaría mostrando que la religiosidad de los padres ayudaría a prevenir las tendencias suicidas en los niños y adolescentes.
Se trata de una investigación que efectuó el Instituto Psiquiátrico de Nueva York y la Universidad de Columbia que dio a conocer el ‘Journal of the American Medical Association’ (JAMA). Se hizo una indagación longitudinal y multigeneracional con 112 padres de familia y 214 hijos, que demostró que a mayor religiosidad de los progenitores, menores tendencias suicidas se presentan en los hijos.
La pesquisa planteó la siguiente pregunta: ¿Está la religiosidad de los padres asociada con un menor riesgo de ideas-intentos suicidas en sus descendientes?, para valorar qué relación tienen las conductas suicidas en los menores y la vivencia de la religiosidad de los padres.
Entre los hallazgos se muestra una correspondencia importante, del 80%, entre los padres que dan mayor importancia a la religión y la disminución del riesgo en ideas e intentos suicidas en los hijos, en comparación con los progenitores que señalaron que la religión no era importante.
Hijos que viven en hogares religiosos tienen menos riesgo de comportamiento suicidas / Foto: Ben White por Unsplash. |
La investigación, al indagar sobre religiosidad, tuvo en cuenta dos elementos: qué importancia dan los padres a la religiosidad, y la asistencia a los servicios religiosos. También cuestionó cómo se da tal relación en niños y en niñas.
De los 214 hijos que participaron en el estudio, 112, es decir el 52.3% eran niñas. En ellas, la importancia religiosa de los padres se asoció con un menor riesgo de comportamientos suicida, lo mismo que una mayor asistencia a los servicios religiosos reducía el riesgo de presentar estos comportamientos. En el caso de los niños no se puedo comprobar esta relación.
El estudio también revela que los padres que dan mayor importancia a la fe, son más protectores, y por lo tanto hay menor riesgo de ideas suicidas en los menores.
En los progenitores que señalaron que la religión era importante se vio una disminución del riesgo de los comportamientos suicidas en los descendientes, esto independiente de la creencia de los hijos sobre la importancia de la religión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el suicidio es la segunda causa de muerte más común entre la adolescencia y la juventud, con un promedio alrededor de los 600 mil casos al año. Varios serían los factores de riesgo que impulsarían los comportamientos suicidas, entre ellos el fracaso escolar, el bullying, la soledad y el aislamiento, además de los trastornos psicológicos.
Con información de JAMA y Religión en Libertad.
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