Saint Maurice (Lunes, 29-10-2018, Gaudium Press) El Archiduque Johannes de Habsburgo-Lorena, descendiente del beato Carlos de Habsburgo-Lorena, último Emperador de Austria, fue ordenado sacerdote en Saint Maurice, Suiza, el pasado 16 de junio, tras haber dejado una prometedora carrera en las finanzas y haber ingresado a una comunidad de reciente creación dedicada a la atención y apostolado de jóvenes con adicciones.
Ordenación sacerdotal del Archiduque Johannes de Habsburgo-Lorena. Foto: Fraternidad Eucharistein. |
En una entrevista con la revista Alfa y Omega, el nuevo sacerdote explicó la única razón por la cual tomó la decisión de optar por el sacerdocio. «Me pide dos o tres razones», respondió al entrevistador. «Yo solo tengo una: Jesús. En absoluto me he ordenado sacerdote para satisfacer un deseo de realización personal. Sencillamente, ha sido el Señor quien, para contestar a mi deseo de ofrecerme en verdad a Él, ha pronunciado una palabra sobre mi vida. Es para corresponder a Su deseo que he tomado este camino».
Para este miembro de la nobleza austríaca solamente Jesús «puede transfigurar las miserias de nuestro mundo, tal vez las más abismales que la humanidad haya conocido: miseria material, moral, individualismo, falta de familia y de relaciones, pérdidas de sentido y de referencia, falta generalizada de esperanza, locura mortífera». Cristo conoce el misterio del sufrimiento en carne propia y lo ha atravesado con amor divino, explicó. «¡Cuando la gente vive el Misterio de Cristo empiezan las iniciativas que cambian el curso natural de las cosas!».
Sobre su vocación sacerdotal explicó que en ningún momento de su vida vivió una crisis de fe y que, al contrario, desde pequeño sintió preocupación por el mal que invade al mundo. A la edad de 16 años, la lectura de la biografía de su bisabuela, la Emperatriz Zita, y el conocimiento del testimonio del Beato Emperador Carlos fueron trascendentales para su identidad cristiana. «Sus vidas fueron entregadas al servicio de los pobres y de la paz, cuando podrían haber vivido de forma bien distinta», expresó el joven sacerdote, tercero de los ocho hijos de los Archiduques Rudolf y Helene de Austria. «Para mí representan el ejemplo mismo de la nobleza del corazón».
Tras haber concluido su estudio de Ciencias Económicas en la Universidad de San Galo en Suiza y un año de experiencia en un banco de negocios en París, el ahora sacerdote asistió a una formación anual sobre Antropología Cristiana en el Instituto Philantropos de Friburgo, lo cual le despertó numerosas inquietudes. «¿Dios es Trinidad, y por lo tanto amor, y estamos hechos para vivir el mismo amor?», recordó el Archiduque. «¿Jesús está verdaderamente vivo y presente en mi vida, por lo que nunca he estado solo?». Las respuestas llegarían después durante una Eucaristía: «Jesús me dijo todo esto, pero no a nivel de la cabeza, sino del corazón». Por este motivo, en 2006 Johannes tomó la decisión de ingresar en la Fraternidad Eucharistein, en la cual se formó para el sacerdocio.
La Fraternidad Eucharistein fue fundada en 1996 y se dedica a la adoración al Santísimo Sacramento. Como carisma de servicio, los miembros de la fraternidad ofrecen atención a víctimas de violencia y adicción a las drogas y al alcohol.
Con información de Alfa y Omega.
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