La Habana (Martes, 30-10-2018, Gaudium Press) Ante el trámite de un proyecto de nueva constitución, los obispos cubanos emitieron un comunicado en el que piden que se reconozca la pluralidad de opiniones políticas, se respete el derecho a la vida, el matrimonio como unión de hombre y mujer y la libertad de los padres en elegir la educación de sus hijos, entre otros asuntos.
Señala la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) en la misiva, que una Constitución «no se puede subordinar a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos, ideologías, disposiciones o sentencias judiciales». Siendo la Constitución la «referencia última de la legalidad en la nación, consideramos no solo aconsejable sino necesario, que la misma constitución disponga la creación de un tribunal de garantías constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan», expresan.
Aunque manifestaron su beneplático porque el proyecto de Constitución tenga en cuenta los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales firmados por Cuba, los obispos lamentaron «la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política».
Pidió la COCC tornar explícito que el derecho a la vida incluya el respeto de la misma desde la concepción hasta la muerte natural. «Del mismo modo se requiere un mayor esclarecimiento sobre el derecho a la objeción de conciencia, de manera que la preservación del derecho de unos no implique violentar el derecho y la conciencia de otros».
No a la ideología de género y defensa del matrimonio
Los obispos cubanos se opusieron en el comunicado a la inclusión como sujetos de derecho de las categorías «género, orientación sexual e identidad de género», que vienen de la ideología de género y que «son innecesarias, porque bastaría con la categoría ‘sexo’ para que queden comprendidos todos los miembros de la sociedad».
Rechazaron los prelados que en el proyecto de Constitución se defina el matrimonio como «la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común», pues afirmaron que «la enseñanza de la Iglesia siempre ha sido clara: el amor recíproco y complementario entre el hombre y la mujer fundamenta la vocación al matrimonio y a la familia, estableciendo una unidad que no puede equipararse a ninguna otra. Distinción no significa discriminación».
Acerca de la libertad religiosa, afirma la COCC que dicha «libertad de practicar la religión propia no es la simple libertad de tener creencias religiosas, sino la libertad de cada persona de vivir conforme a los valores de la fe que profesa, de expresarlos públicamente, teniendo por límite el respeto al otro». Esta libertad también incluye el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, incluyendo la religiosa.
«En nuestro caso concreto, esta libertad implica, además, el reconocimiento jurídico de la Iglesia y de su identidad y misión propias, lo que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral de acuerdo al Evangelio, de acceder de modo sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y de evangelización, de construir edificios y de adquirir y poseer bienes adecuados para su actividad; y la libertad de asociarse para fines no solo estrictamente religiosos sino también educativos, culturales, de salud y caritativos».
Pidieron los obispos que la constitución reconozca la necesidad de que «cada ciudadano tengo un salario que realmente satisfaga sus necesidades» y que es necesario que garanticen las prestaciones sociales. Piden igualmente que los límites de cualquier propiedad privada deben estar condicionados solamente por el bien común y el desarrollo integral de la persona y la familia.
Con información de Aica
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