Ciudad del Vaticano (Miércoles, 31-10-2018, Gaudium Press) En telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Mons. Pietro Parolin, el Papa Francisco expresó su pesar por las víctimas del accidente con un avión ocurrido en Yakarta, Indonesia, provocando 189 víctimas.
El mensaje del Papa dice:
«Habiendo conocido con tristeza la noticia, Su Santidad el Papa Francisco expresa sus condolencias a todos los afectados por esta tragedia», informa el Cardenal Parolin.
Las oraciones prometidas y la solidaridad del Pontífice por las víctimas y sus familias, invocando «la fuerza y la paz de Dios Todopoderoso», conciernen al accidente ocurrido con el Boeing 737-800 de la Lion Air que transportaba 181 pasajeros, seis tripulantes y dos pilotos.
La aeronave hacía el vuelo JT610 y despegó del Aeropuerto de Yakarta a las 6:20 horas del lunes con destino a Pangkal Pinang, capital de la región de Bangka-Belitung y se precipitó en el Mar de Java.
Otra Catástrofe
Todavía hace poco, el Pontífice se declaró profundamente consternado por la trágica pérdida de vidas humanas y las heridas causadas por las inundaciones después de lluvias torrenciales en Jordania.
El Papa expresó su sincera solidaridad a todas las personas afectadas por esta calamidad natural, en telegrama firmado por el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, enviado al nuncio apostólico en el país de Oriente Medio, Mons. Alberto Ortega Martín.
Aquí también, «De modo particular, el Papa reza por los jóvenes que perdieron la vida, por la recuperación de los heridos y la consolación de todos aquellos que sufren».
Él además animó a las autoridades civiles y aquellos que están trabajando en las operaciones de búsqueda y auxilio e invocó para todos los dones divinos de la fuerza y la paz.
Catástrofes, accidentes, muerte, dolor…
Catástrofes, accidentes, muerte, dolor… eso es lo que nunca dejó de existir en el mundo.
Lo que pasó a ser más frecuente fue la divulgación de esos eventos por todas las formas de vehículos de comunicación, de un modo inmediato. En cualquier parte del mundo, si ocurrió, luego se sabe.
Lo que difiere es la reacción de los que toman conocimiento de esos flagelos que afectan a la humanidad.
Muchos cierran los ojos para los hechos, otros los ignoran dentro de la indiferencia que la distancia puede proporcionar.
Estas manifestaciones, así como innúmeras otras que han ocurrido demuestran que esta no es la actitud de la Iglesia:
Consternación, solidaridad y ayuda, proximidad y oraciones han sido una manifestación constante de ella delante de catástrofes y flagelos que azotan diferentes pueblos en todas las latitudes.
Forma parte del modo de ser universal de la Iglesia cubrir las distancias; solidarizarse, incluso sin conocer a las víctimas; practicar la caridad con quien es hijo de Dios.
No es solo filantropía, es compasión, es amor al prójimo, es caridad incluso.
Delante de catástrofes, accidentes, muerte, dolor… esa debe ser la actitud a ser tomada, siempre. (JSG)
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