Sídney (Martes, 27-11-2018, Gaudium Press) El P. Josh Miechels, quien sirve en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Fairfield, Australia, organizó un programa de catequesis para adultos al notar ciertas falencias en la formación de su feligresía, que afectaban a un grupo de niños que se preparaban para la Primera Comunión. Los beneficios de esta formación se han extendido a un grupo de fieles que vio fortalecida su relación con Dios al tener un mayor contacto con la doctrina de la Iglesia.
P. Josh Miechels. Foto: Catholic Weekly. |
«Me di cuenta de que había un problema en la parroquia con respecto a la catequesis básica de los adultos, particularmente porque los padres son la educación primaria para sus hijos y, si son católicos, están llamados a educarlos en la fe», expuso el sacerdote a Catholic Weekly. «Casi al mismo tiempo, un feligrés me pidió que empezara algo semanalmente, así que quería ayudar a los padres y feligreses en general».
Para facilitar la asistencia de padres de familia, El P. Miechels organizó sus encuentros formativos en la noche de los jueves y basó los contenidos en el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Para ayudar a los fieles atendió las numerosas preguntas que surgían de los fieles.
Ante el éxito de la iniciativa y los testimonios de acercamiento a la Iglesia de fieles con dudas o timidez en su contacto con la parroquia, el P. Miechels organizó un nuevo ciclo de formación dedicado a las Sagradas Escrituras. «Mi objetivo es que más de un año los feligreses obtengan una formación completa en doctrina, la Palabra de Dios y la liturgia», explicó el sacerdote.
«Si las personas se forman de esa manera, tienen todo lo que necesitan para responder al llamado de la santidad en la Iglesia», propuso el presbítero. «Muchos católicos sufren por no saber que lo que se nos llama vivir como católicos es tan simple, rico y tan útil para ellos en la vida como para sus familias. Si supieran más sobre su fe católica, encontrarían que cambia toda su visión de la vida».
Con información de Catholic Weekly.
Deje su Comentario