Washington (Viernes, 30-11-2018, Gaudium Press) Mons. Bashar Warda visitó la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, que se iluminó en color rojo en la jornada de concientización sobre los sufrimientos de los cristianos perseguidos alrededor del mundo. Durante el llamado Miércoles Rojo al que se sumaron ciudades en países como Australia, Inglaterra, Francia, Italia y Filipinas, el prelado agradeció el ofrecimiento de la oración de Vísperas solemnes por los perseguidos: «Para mí, es realmente un momento bendito en el que toda la Iglesia ora por nosotros, las Iglesias perseguidas en todo el mundo».
Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, teñido con luz roja con motivo del Miércoles Rojo. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada. |
Mons. Warda explicó el sentido del Miércoles Rojo, celebrado el pasado 28 de noviembre y que expresa la unidad de la Iglesia universal. «Si alguna parte del cuerpo de Cristo está sufriendo, todo el cuerpo está sufriendo», expuso el prelado, según informó CNA. «El amor, la paz y el perdón siempre permanecerán y tendrán la última palabra. Él logrará la victoria con su gracia. Dios nos dio la gracia para vencer a ISIS».
Sobre la enseñanza que esta conmemoración puede traer a los fieles de Occidente, Mons. Warda ofreció algunos consejo a los presentes en la vigilia de oración. «No debemos escondernos del sufrimiento cuando llegue. Debemos abordarlo con firmeza en la fe, el amor y la oración», exhortó. El prelado recordó que los fieles de Irak padecieron la destrucción de 61 templos, la expropiación de 55 mil hogares y la expulsión de 150 mil cristianos. » La Iglesia en Irak es una Iglesia mártir. Nuestra persecución continúa haciéndonos una Iglesia de paz y reconciliación, transformándonos en una Iglesia apostólica y misionera».
Sobre los sufirimientos de la Iglesia en Estados Unidos, sacudida por los recientes escándalos, el Arzobispo iraquí manifestó su esperanza por la obra de Dios en el país. «Sentimos el dolor de la Iglesia hoy debido a los pecados de sus siervos, y creo que el Espíritu Santo está trabajando en la Iglesia por su dolorosa limpieza desde dentro para que se purifique y sea la novia de Jesucristo», indicó. «Jesús renunció a todo sólo para ser Santo ante el Padre».
Con información de CNA.
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