Alicante (Martes, 04-12-2018, Gaudium Press) La Diócesis española de Orihuela-Alicante anunció que la Santa Sede ha concedido el Año Jubilar de la «Santa Faz de la Misericordia» de manera perpetua, para que se celebre siempre que al día del «Milagro de la Lágrima», que es el 17 de marzo, coincida con domingo. El primer Año Jubilar ha comenzado con el Aviento, y culminará el 24 de noviembre de 2019 en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
Tal como ha señalado la jurisdicción eclesial española en nota de prensa difundida desde su web, este tiempo de gracia «será como revivir y perpetuar un nuevo Año de la Misericordia (…) Este tipo de Jubileo se concede a aquellos lugares de peregrinación con la fuerza suficiente para poder repetirse periódicamente como un camino de renovación».
Lienzo de la Santa Faz, Alicante / Foto: FB-Obispado Orihuela-Alicante. |
Fue Mons. Jesús Murgui, Obispo de Orihuela-Alicante, quien solicitó al Santo Padre, conceder el Jubileo. El Prelado, citado en la nota de prensa, se refiere a este acontecimiento: «En esta tierra alicantina, desde hace 530 años, veneramos e invocamos el Rostro misericordioso de la Santa Faz de Jesús, intentando ser instrumentos de misericordia. Pedimos a la Santa Faz que modele la identidad de nuestras gentes, haciendo que nuestra Diócesis tenga rostro de misericordia».
«Vivamos y llevemos a todos la alegría de la misericordia, mostrando al mundo el verdadero Rostro de Jesús», añade el prelado.
De esta manera, el monasterio de la Santa Faz de Alicante, se suma a otros lugares de peregrinación, donde se celebran jubileos de manera perpetua. Entre ellos Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela, Caravaca, y Ávila con la reciente concesión del Año Jubilar Teresiano cada vez que la fiesta de Santa Teresa de Jesús coincide con domingo.
El Milagro de la Lágrima
Epicentro del tiempo jubilar es el «Milagro de la Lágrima» que ocurrió con la reliquia de la Santa Faz, que custodia el santuario en Alicante.
El hecho ocurrió el 17 de marzo, un viernes, del año 1489 cuando se realizaba una procesión con la Santa Faz de Jesucristo impresa en una tela, pidiendo a Dios el don de la lluvia. Cuando transcurría el desfile procesional, se notó con gran asombro cómo del ojo derecho del lienzo brotaban lágrimas.
Con el paso de los años, se edificó en el lugar una pequeña iglesia para custodiar la tela sagrada, convirtiéndose con los siglos en un importante santuario y lugar de peregrinación en España. Miles de peregrinos llegan al santuario para venerar a Jesús, en su rostro misericordioso.
La venerada imagen de la Santa Faz llegó a Alicante de manos del padre Pedro Mena a quien en Roma le obsequiaron el lienzo con el rostro de Cristo. De acuerdo con la tradición, esta tela con el rostro impreso de Jesús salvó a Venecia de la peste.
Con información de la Diócesis de Orihuela-Alicante.
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