domingo, 24 de noviembre de 2024
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Equipo de sacerdotes filipinos buscan en Roma restos de primer Obispo nativo

Roma (Jueves, 06-12-2018, Gaudium Press) Un equipo de sacerdotes y estudiantes filipinos realiza en Roma una tarea especial de investigación encomendada por su Iglesia de origen: hallar los restos de Mons. Jorge Barlin, primer Obispo nativo de Filipinas, quien falleció en la Ciudad Eterna durante una visita Ad Limina en 1909. El retorno de sus restos a Filipinas hace parte de los preparativos de la celebración del Quinto Centenario de la Evangelización del país, que se conmemorará en 2021.

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Mons. Jorge Barlin, primer Obispo nativo de Filipinas. Foto: Emma Bonnici.

«Sería un gran tributo al hombre cuyo coraje y fe sin vacilar había preservado a la Iglesia Católica en Filipinas de la amenaza de cisma», recordó el P. Ericson Josue a CBCP News. «Sin su defensa, la Iglesia Católica Romana en las islas podría haber sido llevada a ser una minoría y no habríamos llegado a este glorioso centenario».

La tentación de separación de un grupo de sacerdotes y fieles de la Iglesia Católica surgió por iniciativa de la Unión Obrera Democrática Filipina en 1902 como parte de su promoción de la independencia del país, entonces bajo control de Estados Unidos. El político Isabelo de los Reyes designó como «obispo supremo» al sacerdote Gregorio Aglipay, desencadenando una condena de excomunión por parte del Papa León XII a los promotores de la división.

Durante los momentos más álgidos de la controversia, Mons. Barlin «probó ser muy capaz y leal, golpeando a la cismática Iglesia Filipina Independiente con su resistencia a sus esfuerzos de reclutarlo y ganando una batalla jurídica sobre las propiedades de la Iglesia», recordó la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas. Su capacidad de liderazgo ya había sido puesta a prueba en la población de Sorsogon durante la revolución Filipina en contra de los españoles, cuando el gobernador local tuvo que huir del país y le encomendó el gobierno temporalmente, siendo el primer sacerdote filipino en desempeñar este tipo de funciones.

El Obispo se encontraba en la ciudad de Roma con el fin de realizar una visita Ad Limina al Sumo Pontífice cuando falleció, y sus restos fueron enterrados en el Mausoleo Dominico de Campo Verano, junto con los restos de los religiosos locales. «Se ha hecho difícil identificar cuáles de los restos fueron suyos», comentó el P. Josue. Los documentos sobre su muerte están bien conservados, pero la lápida fue perdida, por lo que durante varios años no se ha podido identificar. El equipo de la búsqueda actual es dirigido por el P. Gregory Ramón Gastón, Rector del Pontificio Collegio Filippino y el P. Gerard Timoner, sacerdote dominico miembro de la Comisión Teológica Internacional.

Con información de CBCP News.

 

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