Managua (Jueves, 06-12-2018, Gaudium Press) Ayer, Elis Leonidovna Gonn, se acercó al confesionario donde atendía el P. Mario Guevara, vicario de la Catedral de Managua. El sacerdote, de 59 años y diabético, realizaba el ministerio en el que era habitual. Poco después la mujer, que según los asistentes daba síntomas de desvarío, se aproximó por la espalda del sacerdote mientras bendecía objetos religiosos y roció ácido sulfúrico, causándole quemaduras en pómulo, un ojo y parte de su cuerpo.
P. Mario Guevara |
De inmediato, los fieles que allí se encontraban quitaron al sacerdote sus ropas y lo condujeron a un hospital, mientras otros apresaban a la mujer rusa.
En su cuenta de twitter, Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, refiere que visitó al presbítero y que lo halló animado: «Está estable y tranquilo. Las quemaduras no son gravísimas gracias a Dios y se someterá a tratamiento en casa», dijo. Igualmente el prelado pidió a la Providencia protección para los presbíteros: «Lo acompaño con mi cariño de hermano y ofrezco mis oraciones por su total recuperación. ¡Jesús y su Madre Santísima protejan a nuestros sacerdotes!».
Régimen busca crear clima de hostilidad hacia el clero
El ataque con ácido al P. Guevara se da tres días después del que el presidente de la República, en manifestación pública, acusara a algunos obispos de ser «golpistas», «criminales y terroristas», y de que algunos prelados de estaban detrás del bloqueo de vías que se realizaron en diversos puntos de la geografía nacional en los meses de mayo y julio.
En respuesta a esas declaraciones del presidente nicaragüense, respondió el pro-Vicario de la diócesis de Managua, Mons. Carlos Avilés, diciendo que los discursos del presidente «van dirigidos a un sector de la población que son sus seguidores, está claro que es un discurso populista, sabemos que todo eso es falso. Son argumentos ridículos, cómo va a decir que un obispo no tiene a Cristo en su corazón, que acaso conoce él la conciencia de las personas, eso me parece muy atrevido y ridículo, él mismo se descalifica con esas afirmaciones».
Expresó también Mons. Avilés que «estamos en un régimen absoluto donde no hay ninguna institución, mucho menos la institución judicial por consiguiente todo juicio y toda acusación ya sabemos que es falso. A mucha gente la están criminalizando por puro gusto, entonces si en un país no existe la justicia qué podés esperar».
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