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Detroit (viernes, 07-12-2018, Gaudium Press) Como una doble gracia del Señor destacó la Arquidiócesis de Detroit, Estados Unidos, el hecho de que la Solemnidad de la Inmaculada Concepción se conmemore este año en el sábado 08 de diciembre, lo cual obliga a los fieles a cumplir un doble precpto: el del día sábado en honor a la Santísima Virgen y el del día domingo, como es habitual para los creyentes.
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| Dogma de la Inmaculada Concepción. Mosaico de la Basilica de San Lorenzo fuori le mura en Roma. Foto: Fr. Lawrence, O.P. |
«Por supuesto, los católicos siempre tienen la oportunidad de asistir a múltiples misas durante cualquier fin de semana», indicó la Arquidiócesis, «Pero en los días del 07 al 09 diciembre hay una obligación para hacerlo». El precepto puede cumplirse desde la Eucaristía de Vigilia de la víspera de la Inmaculada Concepción, el día viernes.
Una aclaración necesaria realizada por la Arquidiócesis es que los fieles no pueden asistir a la misa vespertina del día sábado esperando cumplir ambas obligaciones a la vez. Para los católicos, las dos obligaciones requieren asistir a dos Eucaristías. Por este motivo, si un creyente asiste a la Eucaristía vespertina del día viernes podría cumplir la obligación del sábado y asistir a la Misa vespertina del sábado para cumplir la del domingo. O también podrían cumplirse ambos deberes el día sábado, asistiendo durante el día a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y a la misa vespertina para satisfacer la obligación dominical.
«Somos muy afortunados de tener la oportunidad de celebrar dos Eucaristías muy especiales en el mismo día», indicó Mons. Ron Browne, Vicario Judicial del Tribunal Metropolitano de la Arquidiócesis de Detroit. «Lo mejor es para las personas que tienen la oportunidad de recibir a Jesucristo dos veces en el mismo día y recibir las gracias que la Eucaristía trae cuando se recibe la comunión en dos oportunidades. Las personas pueden escuchar dos misas diferentes, una por la Inmaculada Concepción y otra por el Segundo Domingo de Adviento. Realmente es una alegría celebrar dos veces la más elevada forma de oración».
Con información de Detroit Catholic.
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