Ciudad de México (Viernes, 07-12-2018, Gaudium Press) Se llama «Nican Mopohua», y significa «Aquí se narra». Se trata del texto más antiguo que existe sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Está escrito en lengua náhuatal noble, con caracteres latinos, según se ve en la fonética del idioma indígena.
Sobre él refiere Mons. Eduardo Chávez Sánchez, Postulador de la causa de Canonización de San Juan Diego y Director General del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG), en el artículo «El Nican Mompohua»: «En este documento se describe de la manera más bella, más plena y mejor lograda, este maravilloso encuentro entre Dios y el ser humano por medio de su propia Madre, Santa María de Guadalupe».
La autoría del texto se le atribuye a Antonio Valeriano, un indígena sabio y noble, que fue educado en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, fundado en el año 1536 por los franciscanos, siendo allí uno de sus más brillantes alumnos. Era buen escritor, tanto así que ayudaba a Fray Bernardino de Sahagún a escribir sus sermones en náhuatal. Se cree que el «Nican Mopohua», fue escrito por Valeriano entre el 1545 y 1548.
Pese a la importancia del texto, muy pocos indígenas pudieron leerlo, debido a que fue escrito con caracteres latinos, que solo podían leer algunos indígenas. «También eran poquísimos los españoles que entendían este idioma; por lo tanto fueron poquísimos indígenas y españoles que podían leer y entender el ‘Nican Mopohua'», explica Mons. Chávez en el artículo.
Pocas personas tuvieron acceso a él, ya que era un manuscrito, y solo se escribieron algunas copias del mismo, razón por la cual no fue la fuente como llegó a muchos el maravilloso suceso de la Guadalupana.
«El ‘Nican Mopohua’, si bien es el documento más exacto, pleno, bello, evangelizador e histórico; no es la fuente por la cual, de manera masiva, los indígenas y los españoles conocieron los pormenores del impresionante suceso, sino que las fuentes principales son tres. Una es la tradición oral, cuya fuente es el mismo San Juan Diego, quien no se cansaba en divulgarlo en viva voz», expone el experto en el fenómeno Guadalupano.
La propia imagen plasmada en la tilma de San Juan Diego, que se venera en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, es la otra fuente como el acontecimiento de la Virgen de Guadalupe se ha dado conocer, según dice Mons. Chávez.
Una década después de haberse dado el manuscrito «Nican Mopohua», Luis Lasso de la Vega, sacerdote, lo publica en náhuatl. Era el año 1649. El presbítero es autor del «Huei tlamahuicoltica», que relata el «gran acontecimiento» de Nuestra Señora de Guadalupe, obra, casi toda en náhuatl, que consta de 36 páginas.
La copia más antigua del «Nican Mopohua» se encuentra en la Biblioteca Pública de Nueva York.
Protagonistas del relato hecho por Antonio Valeriano son la Santísima Virgen, San Juan Diego, el Obispo Fray Juan de Zumárraga, el tío de San Juan Diego, los criados del Obispo, y la ciudad que reconoce el hecho sobrenatural.
Con información de basilica.mxv.mx y Desde la Fe.
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