Jakarta (Lunes, 10-12-2018, Gaudium Press) La Iglesia de Indonesia concluye con éxito un programa de producción de vino litúrgico que inició en 2010 y que permitirá satisfacer las necesidades de al menos el 50 por ciento de las parroquias e institutos religiosos del país. La Conferencia Episcopal Indonesia otorgó el «Nihil Obstat» que certifica la idoneidad sacramental del vino local producido por la empresa Sababay del distrito de Gianyar, el pasado 29 de noviembre.
Los Obispos de Indonesia otorgan el Nihil Obstat del vino litúrgico nacional. Foto: AsiaNews. |
Con el lanzamiento del nuevo vino local que puede ser empleado por los católicos en la celebración eucarística, llega a su final una larga etapa de más de 100 años de dependencia de las importaciones de vino desde Europa y Oceanía. La certificación de la Iglesia local fue entregada en un evento con presencia de Mons. Petrus Boddeng Timag, Obispo de Banjarmasin y Presidente de la Comisión Episcopal para la Liturgia y otros seis Obispos.
«La Sabatay tiene la capacidad de producir al menos 2,1 millones de litros por año», explicó a AsiaNews el P. Augustinus Surianto Himawan, sacerdote encargado durante años de la importación de vino litúrgico proveniente de Australia. «Nuestra necesidad nacional no supera los 40 mil litros. Este año nos hemos puesto de acuerdo que para el bienio 2019-2020 será satisfecho por el 50% de la bodega. El restante 50% se lo podrá encontrar en el extranjero».
La producción nacional del vino no sólo permitirá a la Iglesia ahorrar una notable cantidad de dinero sino que apoyará a los agricultores locales y contribuirá a la promoción del desarrollo de nuevos cultivos y de la producción de vinos que cumplan con los requerimientos de la Iglesia. El deber de resguardar la calidad del pan y el vino eucarísticos recae sobre los Obispos, quienes por recomendación de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos deben certificar a los productores que cumplen estrictamente las normativas. El vino «debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas», y se debe mantener la claridad sobre la procedencia de los ingredientes y el adecuado respeto de la sacralidad del uso al cual será destinado.
Con información de AsiaNews.
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