domingo, 24 de noviembre de 2024
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Obispo de Phoenix preside Eucaristía de primeros votos de sacerdote ermitaño diocesano

Phoenix (Miércoles, 12-12-2018, Gaudium Press) Mons. Thomas Olmsted, Obispo de Phoenix, Estados Unidos, presidió la Eucaristía en la que un sacerdote diocesano, el P. Eugene Florea, emitió sus votos temporales de pobreza, castidad y obediencia como sacerdote ermitaño diocesano. La celebración marca el inicio solemne de una vida inspirada en la antigua tradición de los Padres del Desierto.

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Mons. Thomas Olmsted durante los votos de P. Florea. Foto : The Catholic Sun. 

Según explicó en su homilía Mons. Olmsted, el P. Florea «está contestando un llamado de Jesús a un retiro más estricto del mundo para vivir una vida contemplativa de oración, soledad y silencio». El prelado recordó que la «cultura del ruido» que caracteriza la vida en la sociedad actual representa un obstáculo para escuchar la voz de Dios.

El prelado recordó las palabras del profeta Samuel: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». «Para una persona a quien Cristo llama a ser un ermitaño, estas palabras son repetidas con alegría y expectativa confiada», agregó. «Un ermitaño que vive su vocación ofrece valentía al resto de nosotros para decir esas mismas palabras».

Durante la ceremonia, el P. Florea pronunció sus votos solemnes y asumió un nuevo nombre: el P. Eugene Mary of the Trinity (Eugenio María de la Trinidad). «Cuando la mayoría de personas me pregunta sobre ser un ermitaño se imaginan que vivo en una cueva o en una choza en el desierto y que nunca veo o hablo a nadie, pero esto está lejos de la verdad», relató el presbítero a The Catholic Sun. En realidad, el ermitaño vive solo, en una casa a las afueras de una pequeña población local en medio del desierto. Diariamente tiene un contacto limitado con los pobladores locales y se dedica de manera prioritaria a la oración.

Para el Obispo Olmsted, la misión del ermitaño es muy valiosa, incluso en un momento en que los sacerdotes son muy necesarios en el ministerio activo de la Iglesia. Su entrega particular «cumple una misión vital en la batalla de la Iglesia contra Satanás a través de la primacía de la oración y la penitencia», expuso el prelado.

Con información de The Catholic Sun.

 

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