Madrid (Jueves, 13-12-2018, Gaudium Press) Las Escuelas Católicas de España, junto a otras organizaciones como Cece, Cofapa, Concapa, Feuso y Fsie, han hecho público un decálogo de serias objeciones al ante-proyecto que busca reformar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Escuelas Católicas aglutina a la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA) y de Educación y Gestión (EyG).
Estas objeciones las han visualizado como conformando un castillo de naipes, queriendo significar la debilidad de los argumentos que sustentan las modificaciones objetadas.
Las objeciones más relevantes son:
– No existe la urgencia educativa alegada, porque «los aspectos más controvertidos de la LOMCE no se están aplicando».
– Fue un anteproyecto hecho sin consenso, el cual «es fundamental para dar estabilidad al sistema educativo español».
– «Asfixia el Derecho a la Libertad de Enseñanza, omitiendo cualquier referencia a la misma pese a ser un pilar del artículo 27 de la Constitución».
«Restringe el Derecho de las Familias a elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos al eliminar el concepto de ‘demanda social’ como criterio a tener en cuenta en la programación [escolar] y al suprimir la referencia a los padres como principales responsables de la educación de sus hijos».
– Deja la enseñanza concertada en un «papel secundario», a pesar de que la legislación europea y española «reconocen su carácter complementario y por tanto en el mismo nivel que la pública». La enseñanza concertada es un tipo de asociación pública-privada en la que entidades civiles prestan el servicio educativo.
– «Conculca el Derecho a la dirección de Centro de los titulares al incluir la figura del representante del ayuntamiento en el consejo escolar», constituyéndose este en una especie de ‘comisario político’ «que puede cuestionar el proyecto educativo por el que ha sido elegido cada centro» por parte de los padres de familia.
– «Suprime las referencias a la asignatura de religión» a lo largo de los diversos niveles de enseñanza, «remitiendo el cumplimiento de los Acuerdos Iglesia-Estado a una posterior e incierta normativa reglamentaria».
– Finalmente, no elabora una adecuada prospección económica que haga sostenible la operación, y «adopta algunas medidas académicas dudosas».
Las objeciones planteadas por las instituciones arriba mencionadas, ya habían sido expresadas al Ministerio de Educación. Pero, a pesar de ciertas apariencias en contrario, no fueron acogidas, ratificando la falta de un espíritu consensual en el desarrollo del proyecto, lo que prevee confrontación con los actores educativos.
Con información de Infocatolica y Escuelascatolicas.es
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