Amar generosamente a Jesús, para no desviarnos de la vocación, afirmó el Papa

En el Regina Coeli el Papa comentó el evangelio de San Pedro, otra vez pescador, buscado por Jesús resurrecto.

Redacción (02/05/2022 09:16, Gaudium Press) En el rezo del Regina Coeli ayer, en la Plaza de San Pedro, el Papa comentó el evangelio del día, que narra la aparición de Jesús Resucitado a Simón Pedro, Tomás, Natanael, y los hijos del Zebedeo, que estaban pescando en el lago de Tiberíades o mar de Galilea, al norte de Jerusalén.

“Fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos”, dice el Evangelio de San Juan. Es en ese pasaje del evangelio en el que el Señor le dice a San Pedro, quien se había vuelto a dedicar a la pesca, que apaciente a sus corderos y pastoree sus ovejas, es decir, que reasuma la gigantesca vocación a la que estaba llamado.

Los apóstoles estaban desmoralizados, en un estado de “cansancio, desilusión”, algo que nos puede ocurrir, situación en la cual “quizás por pereza, nos olvidemos del Señor y descuidemos las grandes opciones que hemos tomado, para contentarnos con otra cosa”.

Mantener las buenas opciones de vida, en el amor de Jesús

Descuida las buenas opciones de su vida quien no dedica “tiempo a hablar en familia” y prefiere “los pasatiempos personales”. También quien se olvida “de la oración, dejándonos arrebatar por nuestra necesidades”; igualmente cuando “descuidamos la caridad, con la excusa de las prisas diarias. Pero al hacer esto nos sentimos como Pedro, desmoralizados y con las redes vacías”.

En esos momentos, como en el pasaje evangélico que se está meditando, Jesús llama a echar las redes nuevamente.

“Hermanos, hermanas, cuando en la vida tenemos las redes vacías, no es el momento de auto-compadecernos, de divertirnos, de volver a los viejos pasatiempos. Es el momento de volver a empezar con Jesús, de hallar el valor de recomenzar, de navegar mar adentro con Él”, dijo el Papa.

Si “hoy siento que he retrocedido…” – añadió Francisco – “vuelve a avanzar con Jesús; vuelve a empezar, vuelve a ponerte en marcha”, porque “te está esperando y sólo piensa en ti, en mí, en cada uno de nosotros”.

Cuando San Pedro percibe que el Señor ha regresado, se echa al agua y decidido fue a su encuentro: “Es un gesto de amor, porque el amor va más allá de lo útil, lo conveniente y lo debido; el amor genera asombro, inspira impulsos creativos, gratuitos”. San Pedro respondió con ese amor.

Jesucristo hoy nos pregunta también a nosotros ‘¿Me quieres?’ En la Pascua el Señor quiere que “resurja también nuestro corazón; porque la fe no es cuestión de saber, sino de amor”.

“¿Me quieres?, te pregunta Jesús a ti, que tienes las redes vacías y miedo de recomenzar; a ti, que no tienes el valor de zambullirte y has perdido empuje. ¿Me quieres?, pregunta Jesús” (…) Y nosotros, ¿queremos amar a Jesús?”.

Con información de Vatican News