lunes, 20 de enero de 2025
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Ángelus: Dios responde siempre con la sobreabundancia de su amor

Ayer Francisco reflexionó sobre el primer signo de Jesús en las Bodas de Caná para recordar a los fieles que el Señor “quiere festejar con nosotros”.

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Foto: Vatican News

Redacción (20/01/2025 12:22, Gaudium Press) En su reflexión que precedió al rezo mariano del Ángelus de este II Domingo del Tiempo Ordinario, el Papa Francisco meditó en el Evangelio de las bodas de Caná, donde san Juan (2, 1-11) “narra el primer signo de Jesús, cuando convirtió el agua en vino durante una boda en Caná de Galilea”. Según el Santo Padre, este relato “anticipa y resume toda la misión de Jesús: el día de la venida del Mesías” –según las palabras de los profetas– “el Señor preparará el ‘banquete de vinos excelentes’” (cf. Is 25,6) y “los montes destilarán mosto” (cf. Am 9,13).

En este Evangelio, explica el Papa, podemos encontrar dos cosas: “falta y sobreabundancia”. “Por una parte, falta el vino, y María dice a su Hijo: ‘No tienen vino’” (v. 3); Por otra parte, Jesús interviene ordenando llenar seis grandes tinajas y, al final, el vino es tan abundante y exquisito que el maestresala pregunta al novio por qué lo ha guardado hasta el final (v. 10)”. Así pues, “nuestro signo es siempre la carencia, pero el signo de Dios es la sobreabundancia, y la sobreabundancia de Caná es el signo”.

¿Cómo responde Dios a las deficiencias del hombre? “Con sobreabundancia”, subrayó el Papa. “¡Dios no es tacaño! Cuando da, da mucho”. “No te da un poco, te da mucho”, insistió.

Francisco habló de las situaciones de la vida en las que cada uno de nosotros podría decir que “falta vino” “en el banquete de nuestra vida”, “que nos faltan fuerzas y tantas otras cosas”. “Esto sucede cuando las preocupaciones que nos afligen, los miedos que nos asaltan o las fuerzas perturbadoras del mal nos privan del sabor de la vida, de la embriaguez de la alegría y del sabor de la esperanza”.

“Ante esta falta, cuando el Señor da, da sobreabundancia. Parece un contrasentido: cuanto más falta en nosotros, más sobreabundancia hay por parte del Señor”, afirmó el Papa. ¿Por qué? “Porque el Señor quiere hacer con nosotros una fiesta que no terminará nunca”, afirmó Francisco.

Antes de concluir, el Papa invocó la intercesión de la Virgen María, “Mujer del vino nuevo”, para que “nos ayude a redescubrir la alegría del encuentro con el Señor Jesús”.

Con información de Vatican.va

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