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Cinco días después de que el Papa abriera la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, y tres días después de que la abriera en la penitenciaría de Rebibbia, la tercera Puerta Santa fue abierta este domingo, en la Basílica de San Juan de Letrán, por el Cardenal Baldassare Reina, Vicario General del Santo Padre para la Diócesis de Roma.
Foto: Vatican Media
Redacción (30/12/2024 16:47, Gaudium Press) De acuerdo con la Bula de proclamación del Jubileo 2025, el cardenal Baldassare Reina abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán este domingo 29 de diciembre. El vicario general del Papa para la diócesis de Roma y arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán, el cardenal Reina, presidió el rito y la celebración de la Eucaristía en la misma basílica, con un espíritu de gratitud al Señor y de profunda esperanza. Acompañado por varios cardenales, obispos y sacerdotes concelebrantes, así como por miles de fieles y peregrinos que acudieron para vivir este momento de gracia.
“Con gran alegría vivimos el gesto de abrir la Puerta Santa en nuestra Catedral; con él quisimos renovar nuestra profesión de fe en Cristo, Puerta de nuestra salvación, confirmando nuestro compromiso de ser signo concreto de esperanza para cada hermano y hermana, abriendo la puerta de nuestro corazón a través de sentimientos de misericordia, bondad y justicia”, dijo el purpurado, al inicio de su homilía.
Esta celebración –prosiguió el Cardenal– adquiere un significado aún mayor porque se inscribe en la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, “modelo para toda la comunidad doméstica y espejo de la comunión trinitaria”. “La invitación que surge de esta celebración”, destacó, “es reconocernos como familia de Dios, llamados a crecer en la unidad y la caridad mutua, y a sostener con la oración a todas las familias, especialmente a las que atraviesan dificultades y sufrimientos”.
Inspirándose en la figura del Padre misericordioso
Inspirándose en la parábola del hijo pródigo en su homilía (cf. Lc 15, 11-32), en particular en la figura del Padre misericordioso, el Cardenal Reina invitó a los fieles, al entrar por la Puerta Santa, a pensar con especial atención compasión por aquellos que, como el hijo menor de la parábola, “se sienten lejanos e indignos, y aquellos que, como el hijo mayor, llevan en el corazón el peso de una profunda amargura y ya no se sienten hijos amados”.
La Puerta Santa por la que pasamos, continuó, “evoca el gesto diario que hacemos al cruzar el umbral de nuestras casas. Esta puerta, ahora abierta de par en par, nos introdujo no sólo en la casa del Señor, sino en lo más profundo de su corazón. […] No dudemos en cruzar la Puerta que conduce al corazón de Dios, imagen viva de sus brazos abiertos para acogernos. Entremos con confianza, saboreemos y contemplemos lo bueno que es el Señor; y, una vez que hayamos experimentado la alegría de esta pertenencia filial, convirtámonos en incansables sembradores de esperanza y constructores de fraternidad”.
Con información de Vatican News
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