El Papa León aprobó el milagro atribuido a Enrique Shaw, empresario argentino y padre de familia, dando así un paso decisivo hacia su beatificación.
Foto: Vatican News
Redacción (18/12/2025 10:56, Gaudium Press) Un empresario con alma de padre, padre de familia de nueve hijos que soñó con una economía al servicio de la persona, y un hombre de fe que vivió el Evangelio en el mundo empresarial. Así fue Enrique Shaw, laico argentino cuya vida de santidad ha conmovido a generaciones y que ahora está un paso más cerca de los altares.
Nacido el 26 de febrero de 1921, Enrique quedó huérfano de madre a los cuatro años. Su padre, cumpliendo la última voluntad de su esposa, confió la formación del pequeño a un sacerdote, gesto que marcaría el rumbo espiritual de su vida. Estudió en el Colegio de La Salle y luego ingresó a la Escuela Naval Militar Argentina, donde descubrió su vocación apostólica.
En 1943 contrajo matrimonio con Cecilia Bunge, con quien tuvo nueve hijos. Poco después se retiró de la Armada y, aunque inicialmente quiso ser obrero, un sacerdote le aconsejó canalizar su vocación desde el ámbito empresarial. Así comenzó una nueva etapa en la que su fe se reflejaría en su trabajo cotidiano.
Un empresario con alma de padre de sus obreros
Lejos de ver la empresa como un simple medio de lucro, Shaw la entendía como un lugar de encuentro humano y de crecimiento mutuo. Fue director delegado de Cristalerías Rigolleau, donde se destacó por su cercanía con los trabajadores y su preocupación por sus familias. “Un empresario con sangre de obrero”, lo llamaban quienes lo conocieron. Su testimonio transformó el ambiente laboral y dejó una huella de humanidad que sigue viva.
Su compromiso con el bien común trascendió los muros de la fábrica. Fue uno de los fundadores y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), organización que hasta hoy promueve una mirada ética y cristiana del trabajo. Además, integró el primer Consejo de Administración de la Universidad Católica Argentina (UCA), participó activamente en la Acción Católica Argentina (ACA), impulsó el Movimiento Familiar Cristiano (MFC) y trabajó para la sanción de la Ley de Asignaciones Familiares, convencido de que la justicia social comienza en el respeto a la dignidad del trabajador y su familia.
A pesar de su éxito y prestigio, Enrique Shaw vivió la enfermedad con la misma serenidad y fe con que enfrentaba cada desafío. Enfermó de cáncer siendo aún joven, y cuando necesitaba transfusiones de sangre, sus propios obreros se ofrecían voluntariamente para donarle. Ese gesto selló el vínculo entre el empresario y sus trabajadores, un lazo de que no conoce jerarquías. Enrique murió el 27 de agosto de 1962, a los 41 años, dejando tras de sí el ejemplo de un laico fiel, esposo ejemplar y padre de familia numerosa.
El milagro que lo llevará a los altares
El Papa León XIV aprobó este jueves 18 de diciembre el milagro atribuido a la intercesión de Enrique Shaw, abriendo así el camino hacia su beatificación. La noticia fue dada a conocer por el Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Cardenal Marcello Semeraro, al anunciar la promulgación del decreto correspondiente.
El Dicasterio para las Causas de los Santos había dado su parecer favorable al proceso de canonización el pasado martes, después de un largo camino de estudio, oración y discernimiento.
El milagro reconocido es la curación inexplicable de un niño de 5 años, ocurrida en junio de 2015. El pequeño había sufrido una gravísima lesión en el cráneo tras recibir una patada de un caballo. Su familia, vinculada a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) —fundada por Shaw—, comenzó una intensa cadena de oración confiando en su intercesión. Con el paso de los días, miles de personas en distintos países se unieron espiritualmente por su recuperación.
“Se recupera por completo, sin secuelas neurológicas, sin daño cognitivo, sin deformaciones visibles. Hoy, ya adolescente, lleva una vida normal. Nadie podría imaginar lo que atravesó, salvo por el conocimiento de su historia”, relató Fernán de Elizalde, laico y empresario también, y vice postulador de la causa de canonización, al portal Infobae.
El testimonio de De Elizalde narra que, tras 45 días en estado crítico y cinco cirugías, los médicos se disponían a colocarle una válvula de drenaje permanente en el cerebro. Sin embargo, justo antes de la operación, ocurrió lo inesperado: “El líquido estaba drenando de manera espontánea y la presión intracraneal se había regularizado, por lo que ya no era necesario colocar la válvula”.
El pequeño fue extubado pocos días después y comenzó a mostrar una sorprendente mejora neurológica. En apenas dos semanas ya estaba en rehabilitación, y su recuperación total dejó perplejos a los especialistas. La ciencia no pudo explicar lo ocurrido.
Camino a los altares
En abril de 2021, el Papa Francisco había autorizado la promulgación del decreto que reconocía las virtudes heroicas de Enrique Shaw, declarando así su condición de venerable. Posteriormente, el milagro atribuido a su intercesión superó la evaluación médica en enero de este año, y el 17 de junio, la Comisión de Teólogos lo aprobó por unanimidad, según confirmó Monseñor Santiago Olivera a la agencia AICA.
Finalmente, el Papa León XIV ha dado su aprobación definitiva al milagro, autorizando la promulgación del decreto que permitirá su beatificación. Aún no se ha anunciado la fecha de la ceremonia, pero el pueblo argentino ya celebra la noticia.
Con información de AciPrensa




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