En nueva carta Mons. Aquila responde otra que envió el Obispo de Limburgo. Le dice entre muchas cosas, que no haga caso omiso de las advertencias que se han hecho sobre el Camino Sinodal.
Redacción (04/05/2022 09:46, Gaudium Press) Nueva comunicación de Mons. Samuel Aquila, obispo de Denver, EE.UU., al obispo de Limburgo y presidente del episcopado alemán, Mons. Georg Batzing, respondiendo una carta que este había enviado.
Mons. Aquila fue uno de los redactores de una Carta abierta con fecha del 11 de abril, firmada ya por 101 obispos, en la que se decía que el camino sinodal alemán conduciría al cisma, y se hacían críticas puntuales sobre su fidelidad a la Escritura y la Tradición. Entre los firmantes de esa Carta ya hay 6 Cardenales.
A esta Carta abierta respondió el obispo Batzing el 14 de abril, afirmando que el Camino Sinodal no estaba bien entendido por los firmantes de la Carta, y que no habían aportado pruebas de las preocupaciones que ahí se expresaban. A este posicionamiento, vuelve ahora a responder Mons. Aquila:
“Lo esencial de su respuesta parece ser que la Iglesia alemana debe adoptar un nuevo enfoque de la fe debido al fracaso pasado de los obispos alemanes en la protección de los niños. Este es un argumento muy extraño. ¿Por qué debe cambiar la enseñanza católica sobre cuestiones fundamentales de la doctrina y la vida moral porque los obispos alemanes no han enseñado con eficacia ni han gobernado con honestidad? La fe de la Iglesia no condujo al escándalo de los abusos del clero”, le dice el Arzobispo de Denver.
No es el apego a la Doctrina; más bien lo contrario
La crisis de los abusos no se debe al apego a la doctrina cristiana, sino todo lo contrario:
“La falta de apego a la vid, a Jesucristo, y la elección de adherirse al mundo en vez de al Evangelio condujeron a la crisis. La naturaleza pecaminosa del hombre caído y el fracaso de los que tienen autoridad para tomar en serio las preocupaciones que se les presentan contribuyeron a la crisis. Los fallos en la formación del corazón y la mente, según la de Cristo; en buscar sólo la voluntad del Padre; en negarse a sí mismo, en tomar la cruz y en seguir los pasos de Jesús; y en reverenciar la ley moral y acatar lo que la Iglesia enseña basándose tanto en la revelación como en la razón, todo ello contribuyó a crear la crisis de los abusos”.
El tema de la crisis de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia no es ajeno a la historia de la Iglesia en los EE.UU., solo que allá, expresa Mons. Aquila, la Iglesia emprendió “una reforma profunda de nuestras prácticas y estructuras de supervisión”, que “ha contado con el amplio compromiso y la corresponsabilidad de nuestros laicos. Sin embargo, ninguna de estas amplias y efectivas reformas ha implicado el cuestionamiento de las verdades básicas de la fe o de las convicciones establecidas de la Iglesia sobre la expresión adecuada del amor humano”.
No hay medio término, le dice el Arzobispo de Denver a Mons. Batzing, o se traiciona el Evangelio o se enfrenta el secularismo de hoy:
“No puede haber un concordato de aceptación mutua entre la verdad de la revelación divina y la doctrina católica, por un lado, y la antropología distorsionada de la cultura secular avanzada de hoy, que promueve una sexualidad cada vez más disfuncional, por el otro. No hay nada salvífico en bendecir el pensamiento y el comportamiento destructivo. Rendirse al Zeitgeist (ndr: el espíritu de la época) no es cuestión de leer los signos de los tiempos; es una traición al Evangelio”.
Los cristianos solo darán frutos si se mantienen unidos a Cristo, a la escucha del Espíritu Santo, y recordando lo que Jesús enseña.
Finalmente Mons. Aquila invitó al obispo de Limburgo a no hacer caso omiso de lo que ya muchos obispos le han advertido del Camino Sinodal alemán.
Con información de Infocatolica
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