Sorprendió la reacción de algunos, incluso católicos, que afirmaron que el ministerio del exorcistado estaba pasado de moda.
Redacción (14/11/2022 10:11, Gaudium Press) En días pasados el Arzobispo de Salta nombró a dos exorcistas para su sede.
Se trata del vicario judicial Loyola Pinto y de Sancristóval y del P. Héctor Fernando Campero.
“El Demonio, sigue empeñado en alejar a las almas de Dios invitándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. A esto se lo suele denominar, ‘acción ordinaria del demonio’”, expresa el comunicado firmado por el arzobispo, Mons. Mario Antonio Cargnello.
Pero “el Demonio puede actuar de forma extraordinaria a través de la infección de lugares, la vejación a personas y la más extrema, que es la posesión”.
Contra todas estas acciones, lucharán los nuevos exorcistas.
Pero llama la atención la polémica causada por el nombramiento, incluso entre algunos católicos, que afirmaron que ese ministerio está pasado de moda.
“Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del Diablo”, nos dice la primera carta de Juan (I Juan, 3, 8). Para eso vino Cristo, y para eso permanece su Iglesia, para destruir tanto la labor ordinaria cuanto extraordinaria del ángel caído, como bien lo expresa el Arzobispo en su comunicado.
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