Mons. Fisher se mostró contrario a una descentralización de la autoridad de la Iglesia a nivel local.
Redacción (17/10/2024 11:52, Gaudium Press) No podemos “reinventar la fe católica” ni “enseñar un catolicismo diferente en distintos países”, ha dicho Mons. Anthony Fisher, Arzobispo de Sídney y delegado en el Sínodo sobre la Sinodalidad, en una entrevista esta semana. Mons. Fisher es dominico, y muchos se sorprendieron de que dos hermanos de su comunidad hayan sido escogidos como nuevos cardenales, y no él que pertenece a una sede que ya ha sido cardenalicia.
Mientras la asamblea sinodal debate la parte 3 del Instrumentum Laboris sobre los “lugares”, los obispos y laicos consideran cuestiones como el futuro de la sinodalidad y el papel y la autoridad de las conferencias episcopales nacionales, dijo el arzobispo en EWTN News Nightly el 15 de octubre, en una entrevista que se transmitirá el viernes.
“¿Deben las conferencias episcopales tener la autoridad para enseñar un catolicismo diferente en diferentes países o decidir una liturgia diferente o una Misa diferente para distintos países? ¿Aportan su propia cultura local a cuestiones morales, por ejemplo?”, preguntó Fisher a la productora asociada de EWTN News Nightly, Bénédicte Cedergren.
“¿Podríamos, por ejemplo, imaginar una Iglesia en la que se ordene a mujeres en algunos países pero no en otros, o haya matrimonios entre personas del mismo sexo en algunos lugares y no en otros, o una cristología arriana en algunos países y una cristología nicena en otros?”, continuó. “Podrás adivinar que creo que no”.
El arzobispo dominico dirige una de las diócesis más grandes de Australia en número de católicos. Sídney atiende a unos 590.000 católicos en una población de casi 5,3 millones de personas.
Como uno de los 15 obispos del consejo ordinario del Sínodo de los Obispos para el Sínodo sobre la Sinodalidad, Fisher asistió a la primera sesión de la asamblea sinodal en octubre de 2023 y ha regresado a Roma este mes para la segunda sesión.
Después de tres años de consultas a nivel local y universal, al final de este mes la Iglesia católica concluirá un proceso de discernimiento sobre cómo volverse más sinodal y misionera.
La importancia de mantener el depósito de la fe
Fisher expresó en EWTN News Nightly que está “muy preocupado” porque los católicos “mantengan el depósito de la fe, la tradición apostólica, y que no imaginemos, en la vanidad de nuestra época, que vamos a reinventar la fe o la Iglesia católica”.
“De hecho, este es un tesoro inmenso que hemos recibido de generación en generación, desde nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles. Y estamos aquí para transmitirlo fielmente a las próximas generaciones”, añadió.
El arzobispo reconoció que nuestra comprensión del depósito de la fe ha evolucionado y continuará evolucionando, y destacó que es emocionante que la Iglesia haya logrado tener una gran variedad de culturas y maneras diferentes de rezar y evangelizar, manteniéndose unida en Cristo.
“Pero es una sola fe, y para mí es importante, viniendo de las periferias de la Iglesia en Australia, tan lejos de Roma como se puede estar en el mundo”, añadió, “que es una sola Iglesia, una sola fe, y queremos seguir celebrándola, incluso en medio de nuestra diversidad cultural”.
Debates sobre los cambios
Mons. Fisher dijo que una de las preguntas importantes que se están debatiendo esta semana es cuál es “el alcance y cuáles son los límites de lo local y lo cultural” en la Iglesia católica universal.
El Sínodo sobre la Sinodalidad está discutiendo la tercera y última parte del Instrumentum Laboris del 15 al 18 de octubre. La última semana de la reunión, que concluye el 27 de octubre, se dedicará a la redacción y revisión del documento final.
En el párrafo 91 de la tercera parte, el documento menciona que existen estructuras como los consejos parroquiales, decanatos y diócesis ya reguladas por el derecho canónico que “podrían ser aún más adecuadas para dar forma concreta a un enfoque sinodal”.
“Estos consejos pueden convertirse en sujetos de discernimiento eclesial y toma de decisiones sinodales…”, continúa el documento. “Por lo tanto, esta es una de las áreas más prometedoras para actuar en la implementación rápida de las propuestas y orientaciones sinodales, llevando a cambios con un impacto rápido y efectivo”.
Un poco más adelante, en la misma parte del documento, también se dice: “Las conferencias episcopales son instrumentos fundamentales para crear vínculos y compartir experiencias entre las Iglesias y para descentralizar la gobernanza y la planificación pastoral”.
“De todo lo recogido hasta ahora durante este proceso sinodal, surgen las siguientes propuestas: (a) el reconocimiento de las conferencias episcopales como sujetos eclesiales dotados de autoridad doctrinal, asumiendo la diversidad sociocultural dentro del marco de una Iglesia multifacética y favoreciendo la apreciación de expresiones litúrgicas, disciplinarias, teológicas y espirituales adecuadas a los diferentes contextos socioculturales”, dice el texto en el párrafo 97.
Interculturalidad en la Iglesia
En este contexto, Fisher comentó que cree que “necesitamos tener la misma fe, la misma moral, el mismo orden eclesial y, esencialmente, la misma liturgia”.
“Pero sí hacemos espacio para las diferentes tradiciones rituales en la Iglesia, para adaptaciones culturales y diferentes maneras de evangelizar en distintos lugares”, añadió.
El arzobispo señaló que, por ejemplo, en su Arquidiócesis de Sídney, tienen muchas tradiciones rituales católicas diferentes, como los maronitas, melquitas, caldeos, ucranianos y siro-malabares.
“Sabemos que traen diferentes espiritualidades… una Misa diferente y diferentes formas de oración, pero también, a menudo, una comprensión distinta de la sinodalidad, de los roles de los obispos, de cómo se eligen los obispos. Tienen un derecho canónico diferente y un orden eclesial diferente, pero siguen siendo parte de la misma Iglesia católica”, subrayó.
“Y creo que es parte de la emoción de la Iglesia que puedas asistir a una Misa maronita y sea muy diferente, pero al mismo tiempo sepas que es lo mismo: es el Señor que viene a nosotros bajo los elementos de pan y vino, pero está realmente presente, con su humanidad y divinidad, para nosotros”.
Con información de CNA / Infocatólica.
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