El agresor, de alrededor de 40 años, ya es conocido de la policía por consumo de narcóticos y otras faltas.
Redacción (11/04/2022 11:27, Gaudium Press) El viernes pasado, un hombre de alrededor de 40 años entró a la catedral San Esteban de Toulouse, en Francia, cuando una treintena de fieles estaba asistiendo a misa de las ocho de la mañana. Celebraba el P. Jean Jacques Rouchi.
El hombre colocó un paquete delante del altar, y salió corriendo mientras gritaba frases que no fueron distinguibles por la gente.
El sacristán de la catedral, que estaba arreglando unas velas, vio al hombre que corría y quiso interceptarlo, lo rodeó, pero después de un forcejeo el agresor salió por la puerta principal. “Él entró con un paquete bajo el brazo. Lo tomé por un repartidor. Atravesó la nave y colocó el paquete ante los escalones del altar. Me empujó, dijo cualquier cosa y partió”, contó el sacristán.
El paquete
El paquete depositado ante el altar contenía una bomba artesanal, a la que no se le encontró dispositivo de disparo, según indicó el Ministerio del Interior francés.
Tras el hecho, fue evacuado el templo, de forma ordenada, con la conmoción propia, pero sin daños graves.
El sujeto
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Toulouse. El agresor fue capturado en las primeras horas de la tarde, por una brigada de búsqueda e intervención (BRI).
El hombre, desequilibrado, tenía gorra y mascarillas anti Covid en el momento de la captura. Es conocido de la policía por conducir en estado de ebriedad, desacato a la autoridad, con sumo de narcóticos, y había sido “implicado en otros casos y por dos veces declarado criminalmente irresponsable”, es decir no imputable.
Con información de Famille Chrétienne
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