Menú 
En este último día de 2025, el Papa León XIV presidió la Audiencia General en la Plaza de San Pedro
Redacción (31/12/2025 16:34, Gaudium Press) En esta última catequesis del año 2025, el Santo Padre invitó a los fieles a meditar sobre las gracias recibidas a lo largo del año, reflexionando acerca del camino recorrido y el destino eterno que nos espera. “Este último día del año nos invita a ponerlo todo en manos del Señor, confiando en su Providencia”, dijo León XIV, recordando que el Año Jubilar estuvo marcado por acontecimientos felices, como las numerosas peregrinaciones, pero también por momentos dolorosos, como la partida del amado Papa Francisco y las guerras que siguen afligiendo al mundo.
El Papa enfatizó que con el solemne Te Deum, que se canta al final de la tarde de hoy en la Basílica de San Pedro, “daremos gracias al Señor esta noche por los beneficios recibidos”. En esta Liturgia, se respira un ambiente de alabanza, admiración y gratitud, como lo definió Francisco a finales de 2023. Estas tres actitudes deberían, por tanto, estar en el centro de nuestra meditación y de nuestro honesto examen de conciencia, y ayudarnos a evaluar nuestra respuesta a los dones que el Señor nos ha concedido y a pedir perdón por todos los momentos en que no supimos valorar sus inspiraciones y a emplear mejor los talentos que Él nos ha confiado, observó el Papa.
El Camino y la Meta
Sin embargo, León XIV también nos invita a reflexionar sobre otro gran signo, particularmente significativo en este año jubilar: el camino y la meta. El Santo Padre enfatiza que nuestra vida es un camino, cuyo fin último trasciende el espacio y el tiempo, para realizarse en el encuentro con Dios y en la comunión plena y eterna con Él.
El Papa destacó el paso por la Puerta Santa como un gesto de profunda fe, un sí concreto a Dios, «que con su perdón nos invita a cruzar el umbral de una nueva vida». Este acto, repetido por millones de peregrinos a lo largo de 2025, representa el sí a una vida vivida con compromiso con el presente y orientada hacia la eternidad.
Alegría para todos
El Sumo Pontífice también menciona a san León Magno, quien «vio en la fiesta de la Natividad de Jesús el anuncio de la alegría para todos», y subraya que esta invitación hoy se dirige a todos: «a nosotros, pecadores, porque, perdonados, con su gracia podemos levantarnos y comenzar de nuevo; finalmente, a nosotros, pobres y frágiles, porque el Señor, haciendo suya nuestra debilidad, la redimió y nos mostró la belleza y la fuerza de su perfecta humanidad».
León XIV citó a san Pablo VI, al final del Jubileo de 1975, quien describió su mensaje fundamental, contenido en una sola palabra: «Amor». ¡Dios es amor! ¡Dios me ama! ¡Dios me esperaba y lo reencontré! ¡Dios es misericordia! ¡Dios es perdón! ¡Dios es salvación! ¡Dios, sí, Dios es vida! El Papa concluyó deseando que este pensamiento acompañara a todos en la transición hacia el 2026 y, después, «siempre» en sus vidas.
Deje su Comentario