Las mujeres son objeto de mayores amenazas.
Redacción (06/04/2021 11:55, Gaudium Press) De acuerdo a datos ofrecidos por la Conferencia Episcopal de Francia, alrededor de 300 personas se convierten al cristianismo desde el Islam, cada año en Francia.
De acuerdo a un informe publicado por el Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ), se calcula que el número de personas que parten del Islam hacia grupos protestantes es más o menos el doble que el de los católicos, es decir, alrededor de 600.
Pues bien, según este informe del ECLJ estos cristianos sufren persecución.
“Ya sea que el converso sea hombre o mujer, joven o anciano, soltero o casado, la vulneración de la libertad religiosa es evidente en todos los casos. A estos cristianos se les impide vivir su fe libremente, tienen que vivir en secreto y con miedo, a menudo llevando una doble vida”, explican desde el ECLJ.
Por lo general, al converso se le desprecia, se le agrede verbal y/o físicamente, se le amenaza, y se le acosa para que vuelva al Islam. En ocasiones, no las más habituales, se producen linchamientos.
Las mujeres sufren más
Las mujeres son más maltratadas cuando se pasan al cristianismo.
“Una proporción significativa de las mujeres convertidas son amenazadas con casarse por la fuerza, ser enviadas al país de origen de sus padres o secuestradas mientras no regresen al islam”.
La forma más común que tienen los conversos para librarse del acoso es “mudarse o huir”.
La situación ha ameritado la creación de una línea de ayuda, que se ha bautizado ESPERE, Escucha y apoyo frente a las presiones político-religiosas.
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