Era sobrino de santo, San José Cafasso.
Redacción (16/02/2024, Gaudium Press) El Beato José Allamano, sacerdote diocesano y fundador, era sobrino de santo, San José Cafasso, benefactor este de Don Bosco.
Nace en Castelnuovo d’Asti en 1851 en familia campesina.
Es el cuarto de cinco hermanos, que cuando el Beato tenía 3 años se quedaron sin padre. Sus referencias formativas: San Juan Bosco, San José Cafasso, su maestra Benedetta Savio y su madre.
Se orden sacerdote diocesano en 1873 a los 22 años.
Apenas ordenado, se dedica a la formación en el seminario. En 1882 es destinado como rector del Santuario de la Consolato, patrona de Turín. También trabajará en el Convictorio eclesiástico, donde se forman jóvenes sacerdotes.
Su sueño, la misión
Siempre quiso la misión, ser misionero.
Pero fue solo después de una grave enfermedad en 1900, de la que no se explica su recuperación sino como un milagro obtenido por la Virgen de la Consolata, que llega la autorización para la creación del instituto misionero.
Los cuatro primeros misioneros parte a Kenia poco después: P. Gays, Hno. L. Falda, P. F. Perlo, Hno. C. Lusso, quienes rondan los 20 años de edad.
Dudaba si fundar un instituto de misioneras de la Consolata. Pero hablando con San Pío X, en 1909, este le dice: “Si no tienes vocación para fundar religiosas, te la doy yo”. En 1913 parten las primeras misioneras.
En los misioneros de la Consolata resuena aún la divisa del Beato Allamano: “Primero santos, después misioneros”.
Con información de El Testigo Fiel
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