Hoy, 4 de agosto, la Iglesia Católica celebra la memoria de San Juan María Vianney, también conocido como el Santo Cura de Ars.
Redacción (04/08/2023, Gaudium Press) Nacido en Dardilly, en el año 1786, Juan María Vianney fue siempre un católico muy piadoso. Después de ser ordenado sacerdote, aceptó el cargo de párroco en el pequeño pueblo de Ars.
A través del rezo del rosario, las Santas Misas, de su testimonio de vida y su deseo de salvar almas, se hizo conocido como el Santo Cura de Ars.
Durante 40 años atendió en el confesionario a los penitentes que se arrepentían de sus pecados. A veces pasaba 18 horas al día administrando el sacramento de la confesión, comiendo solo pan y papas.
San Juan María Vianney vivió hasta los 73 años, siendo canonizado por el Papa Pío XI en 1925 y proclamado santo patrón de los sacerdotes. El día de su fiesta, el 4 de agosto, se convirtió en el Día de los Sacerdotes.
Frases del Santo Cura de Ars
01 – “No todos los que se acercan a los Sacramentos son santos, pero los santos siempre saldrán de entre los que los reciben con frecuencia”.
02 – “No hay momento más precioso para pedir a Dios nuestra conversión que la Santa Misa”.
03 – “Si en tu camino no te encuentras con el diablo, es que vas en la misma dirección que él”.
04 – “Quien no tiene tiempo que perder para Dios, pierde su tiempo”.
05 – “Nuestras faltas son un grano de arena frente al gran monte de la misericordia de Dios”.
06 – “El corazón de María es tan tierno con nosotros que, en comparación, el de todas las demás madres juntas no es más que un trozo de hielo”.
07 – “Las tentaciones no tienen poder sobre un cristiano cuyo corazón está verdaderamente dedicado a la Virgen María”.
08 – “Volvámonos a Nuestra Señora con mucha confianza y estemos seguros de que, por muy miserables que seamos, Ella nos obtendrá la gracia de la conversión”.
09 – “El sacerdote es un hombre que ocupa el lugar de Dios, un hombre que está dotado de todos los poderes de Dios”.
10 – “Cuando alguien quiere destruir la religión, siempre empieza por atacar y destruir al sacerdote”.
Oración del Santo Cura de Ars
Dios mío, te amo y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Dios mío, infinitamente amable, te amo y preferiría morir amándote que vivir sin amarte. Señor, te amo y la única gracia que te pido es amarte eternamente. Dios mío, si mi lengua no puede decir te amo a cada momento, quiero que mi corazón lo repita tantas veces como respiro. Amén. (EPC)
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