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La decisión fue tomada después de más de un año de análisis. Incluyó consultas a “víctimas de abuso sexual y aquellos que ejercen su ministerio junto a ellos, personas peregrinas, teólogos morales e historiadores del arte, así como obispos y otros clérigos”.
Detalle de un mosaico del P. Rupnik en la Cueva de San Ignacio – Foto: Medol en Wikimedia Commons, Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International
Redacción (03/08/2023 11:11, Gaudium Press) Según se informa en comunicado de prensa emitido ayer, los Caballeros de Colón anunciaron que después de más de un año de deliberación, ocultarán los mosaicos del padre Marko Rupnik en el Santuario Nacional Juan Pablo II y en su sede principal en los EE.UU. El Santuario Juan Pablo II está en Washington. Las obras de Rupnik también se exponen en la capilla de la Sagrada Familia que está en la sede principal de los Caballeros, en New Haven.
Los mosaicos serán cubiertos con una tela, y “permanecerán en su lugar al menos hasta que el Dicasterio Vaticano para la Doctrina de la Fe emita su decisión sobre los casos pendientes de abuso sexual contra el artista Padre Marko Rupnik, en cuyo momento un recubrimiento permanente de yeso podría ser ordenado”, reza la nota.
“Los Caballeros de Colón han decidido cubrir estos mosaicos porque nuestra primera preocupación deben ser las víctimas de abuso sexual, que ya han sufrido inmensamente, y quienes podrían ser una vez más víctimas por la continua exhibición de los mosaicos en el Santuario”, ha dicho el Caballero supremo, Patrick Kelly.
“La decisión hunde sus raíces en un propósito fundacional de los Caballeros de Colón, cual es la protección de las familias, especialmente mujeres y niños, y aquellos que son vulnerables y sin voz”, agregó el Caballero supremo.
Para la toma de la decisión, se realizó un “amplio proceso”, que incluyó “consultas confidenciales con individuos víctimas de abuso sexual y aquellos que ejercen su ministerio junto a ellos, personas peregrinas, teólogos morales e historiadores del arte, así como obispos y otros clérigos. Mientras que las opiniones variaron entre los consultados, hubo un fuerte consenso para priorizar las necesidades de las víctimas, especialmente porque las acusaciones son actuales, no resueltas y horribles”, manifestó Kelly.
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