Es esa una petición similar a la que hace el llamado Camino Sinodal alemán.
Redacción (31/05/2022 11:03, Gaudium Press) No, no es solo el llamado camino sinodal alemán; es en muchos puntos de la geografía de la Iglesia donde el edificio de la sana doctrina prende fuego.
Informa ahora Infocatolica, que en las conclusiones de la fase diocesana del sínodo de la sinodalidad en la Arquidiócesis de Barcelona, aparece la petición de que las mujeres sean sacerdotisas de la Iglesia Católica, algo contrario a la doctrina y tradición católicas.
Sobre el particular, y afirmando la doctrina verdadera, Infocatolica cita la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis de Juan Pablo II, que reza, en su punto 4:
“Si bien la doctrina sobre la ordenación sacerdotal, reservada sólo a los hombres, sea conservada por la Tradición constante y universal de la Iglesia, y sea enseñada firmemente por el Magisterio en los documentos más recientes, no obstante, en nuestro tiempo y en diversos lugares se la considera discutible, o incluso se atribuye un valor meramente disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir a las mujeres a tal ordenación.
“Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia”.
Pero hubo alguno que no quedó convencido que la anterior era una sentencia definitiva.
Consultada la congregación de la doctrina de la fe sobre si eso era lapidario, respondió el entonces Cardenal Ratzinger:
“Pregunta: Si la doctrina que debe mantenerse de manera definitiva, según la cual la Iglesia no tiene facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres propuesta en la Carta Apostólica Ordinatio sacerdotalis, se ha de entender como perteneciente al depósito de la fe.
“Respuesta: Sí.
“Esta doctrina exige un asentimiento definitivo, puesto que, basada en la Palabra de Dios escrita y constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia desde el principio, ha sido propuesta infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal (cf. Lumen gentium, 25,2). Por consiguiente, en las presentes circunstancias, el Sumo Pontífice, al ejercer su ministerio de confirmar en la fe a sus hermanos (cf. Lc 22,32), ha propuesto la misma doctrina con una declaración formal, afirmando explícitamente lo que siempre, en todas partes y por todos los fieles se debe mantener, en cuanto perteneciente al depósito de la fe”.
Sin embargo, no es solo Benedicto XVI o Juan Pablo II quienes definieron esta doctrina, sino que como la propia Ordinatio Sacerdotalis recuerda, ha sido la tradición bimilenaria de la Iglesia. Es por esto, que el pedido que se hace de sacerdocio femenino aquí y allá, no solo supone una terrible ruptura con el depósito de la fe, sino que es un signo de como el mismo ya no es referencia para muchos que se llaman católicos; es este pedido de sacerdocico femenino un síntoma muy visible de la dramática situación de confusión que se vive al interior de la Iglesia.
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