Esta advocación mariana tiene un especial arraigo en la diócesis de la capital argentina: cuatro parroquias llevan su nombre.
Redacción (16/07/2020 17:31, Gaudium Press) Hoy, en la catedral metropolitana, el Cardenal Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Mario Aurelio Poli, presidió una misa en honor de la Virgen del Carmen.
En Buenos Aires hay cuatro conventos de Carmelitas descalzas
Esta advocación mariana tiene un especial arraigo en la diócesis de la capital argentina: cuatro parroquias llevan su nombre, y cuatro también son los conventos de Carmelitas Descalzas. Asimismo, diversas congregaciones religiosas femeninas de vida activa están inspiradas en esta advocación e igualmente varios colegios tienen por titular a la Virgen del Carmen.
Los sacerdotes de las cuatro parroquias bajo este título de Nuestra Señora concelebraron la eucaristía con el purpurado: El P. Marcelo Pettinaroli, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Villa Urquiza; el P. Gastón Colombres, párroco de la comunidad de Ciudad Oculta; el P. Pedro Figura, párroco de Nuestra Señora del Carmelo, en Recoleta; y el P. Marcelo Falcón, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la vicaría Centro, quien hizo la homilía.
“Muchos de ustedes seguramente recuerdan la historia de la Virgen del Carmen y saben que el nombre que damos a la Virgen se relaciona con ese lugar de la tierra de Jesús, de la Tierra Santa, que es el monte Carmelo, es el lugar donde vivió el profeta Elías”, explicó el sacerdote en la homilía. “Por eso a la Virgen del Carmen le decimos también Nuestra Señora del monte Carmelo”.
“El profeta Elías también vivió en tiempos difíciles: en el país se sufría una gran sequía, y cuenta la biblia que Elías se postró, oró a Dios insistentemente y obtuvo de Dios la lluvia tan esperada, tan necesaria, porque Dios no abandonó a su pueblo”, comparó el sacerdote.
“En ese lugar, el monte Carmelo, vivieron más tarde, muchos siglos después, cristianos que se dedicaban a la oración y a la penitencia, y estos cristianos dieron comienzo a la Orden de los Carmelitas. También en tiempos difíciles, estos carmelitas invocaron a la Virgen, la Virgen se apareció a Simón Stock, que oraba confiadamente pidiendo la Virgen un privilegio, un signo de su protección”, expresó.
El predicador hizo un parangón entre la situación de San Simon Stock y la actual
“Cuenta la tradición que la Virgen se apareció a San Simón Stock, rodeada de ángeles, y le entregó el Escapulario como signo de su protección maternal. La Virgen acompañaría a todos los que llevaran el Escapulario para auxiliarlos en esta vida y también después de la muerte”, detalló.
“Nosotros también estamos pasando momentos difíciles en el país, en el mundo, a causa de la pandemia del coronavirus. A muchos se les hace difícil el aislamiento preventivo por distintos motivos, hay quienes están angustiados, quienes tienen miedo, quienes están preocupados, quienes están enojados, quienes sufren estrecheces económicas, el dolor de un familiar que está enfermo, la propia enfermedad”, enumeró.
Por esto, es preciso “orar con especial confianza a Dios, que nos ama y no nos abandona. Son días en que aun en medio de las preocupaciones y de las angustias, podemos sentir, podemos experimentar la alegría que es fruto del espíritu y que vivimos cuando, movidos por la caridad fraterna, nos ponemos al servicio de los hermanos que más lo necesitan”, afirmó.
Con información de Aica
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