El Cardenal Louis Raphaël Sako dijo que regresará a la capital iraquí, solamente si el Presidente Rashid lo reconoce formalmente como líder de la Iglesia Católica Caldea y administrador de todos sus bienes.
Redacción (, Gaudium Press) El Cardenal Louis Raphaël Sako dijo que regresará a la capital iraquí, solamente si el Presidente Rashid lo reconoce formalmente como líder de la Iglesia Católica Caldea y administrador de todos sus bienes.
El Cardenal Sako se trasladó el 21 de julio a la región autónoma de Kurdistán, semanas después de que Rashid revocara un decreto presidencial que lo reconocía como cabeza de la Iglesia católica oriental, que cuenta con aproximadamente 630.000 fieles, y como persona responsable de administrar sus bienes.
“Sin ese decreto, permaneceré en Erbil [capital de la región de Kurdistán] hasta que finalice su gobierno, y trabajaré con el nuevo presidente para expedir un decreto oficial que continúe con una tradición que data de hace 14 siglos atrás”, dijo el purpurado a Rashid, cuyo período de cuatro años termina en octubre de 2026.
En la carta, titulada “Mensaje final a su Excelencia el Presidente de la República, Dr. Abdul Latif Rashid”, el Cardenal Sako dijo que él tuvo conocimiento de que el Presidente estaba en el proceso de expedir documentos de identidad a líderes de iglesias iraquíes.
“Nosotros no somos empleados del Estado, somos cabeza de Iglesias antiguas”, escribió el Cardenal, quien dijo que representa al 80% de los cristianos iraquíes.
El conflicto entre el Cardenal y al-Kildani
Rashid derogó el decreto de 2013 en medio de una guerra verbal entre el Cardenal y Rayan al-Kildani, el líder de la milicia de las Brigadas de Babilonia y su brazo político, el Movimiento Babilonia.
Al-Kildani, quien dice representar los intereses de la minoría Caldea del país, acusó a Sako de “establecer partidos, involucrarse en batallas electorales y poner en peligro la seguridad y el futuro de los cristianos en Irak.”.
El Cardenal, a su vez, dijo que al-Kildani se estaba “auto-exaltando y queriendo convertirse en un líder”.
En su carta a Rashid, Sako rechazó lo que describió como mentiras que han sido difundidas por al-Kildani y sus seguidores. Entre esas incluyó la de que el Cardenal había descrito a Bagdad como una ciudad insegura, había acusado al presidente de incompetencia y estaba enfrentando un proceso de retiro en el Vaticano.
Sako le dijo al Presidente: “No cesaré de defender la verdad hasta que se cumpla, aunque Ud. le haya dicho sorprendentemente a otro visitante: ‘No entiendo por qué el Cardenal Sako protesta, si Cristo fue crucificado y se quedó en silencio’. Excelencia, Jesús dijo palabras duras contra la injusticia.”
El Cardenal, quien ha dirigido la Iglesia Católica Caldea desde 2013, primero anunció en una carta abierta el 15 de julio que se “retiraría” de la sede del Patriarcado en Bagdad y se establecería en un monasterio en la Región de Kurdistán.
Sako explicó que tomaría ese paso después de una “campaña deliberada y humillante” contra él por parte de las Brigadas de Babilonia.
El Cardenal describió la revocación del decreto – la cual llegó, según consta, días después de que el presidente se reunió con al-Kildani – como “sin precedentes en la historia de Irak”.
Sako insinuó que su decisión de salir de la capital prepararía el camino para lo que él llamó de culminación del “juego” de al-Kildani para tomar el control de los bienes de la Iglesia e instalar a sus parientes en cargos administrativos.
El Departamento del Tesoro de los EE.UU. anunció en 2019 que había impuesto sanciones a al-Kildani, acusándolo de estar involucrado en abusos de derechos humanos, incluyendo supuestamente haber cortado la oreja a un detenido esposado en 2018.
Rashid defendió su decisión de revocar el decreto relativo al Cardenal Sako en una reunión que tuvo el 17 de julio con el Padre Charles Lawanga Sona, encargado de los asuntos de la Nunciatura Apostólica en Irak.
“El Presidente analizó las razones para revocar el Decreto Republicano No. (147) de 2013, afirmando que revocar el decreto republicano no perjudicaría el estatus religioso o legal del Cardenal Louis Sako, una vez que él había sido asignado por la Sede Apostólica como Patriarca de la Iglesia Caldea en Irak y en el mundo”, informó Iraqui News Agency.
Rashid dijo: “La revocación del decreto viene a corregir una situación constitucional, dado que el decreto arriba mencionado fue expedido sin base constitucional o legal, a lo cual se suma la solicitud de dirigentes de otras iglesias y otras sectas para expedir decretos republicanos similares”.
Y añadió: “El Patriarca Louis Sako es respetado y apreciado por la Presidencia de la República como Patriarca de la Iglesia Caldea en Irak y en el mundo”.
Desde su traslado a Erbil, el Cardenal ha recibió mensajes de apoyo de líderes de la Iglesia y de grupos de todo el mundo, los cuales han sido publicados en la página web del Patriarcado Caldeo.
El Vaticano no se ha pronunciado públicamente sobre esta situación, pero podría estar trabajando tras los bastidores para resolver el impasse.
Sako ha dicho reiteradamente que él presentaría su renuncia como cabeza de la Iglesia Católica Caldea después de alcanzar la edad de 75 años. De acuerdo con su biografía oficial del Vaticano, él nació en 1948.
Pero en una entrevista publicada el 20 de julio por la página oficial de noticias de la Iglesia en Alemania, Sako aclaró: “Yo nací en 1949. Pero tuve un hermano mayor con el mismo nombre que falleció. Mis padres me dieron su certificado de nacimiento. Por lo tanto, no cumpliré 75 años sino hasta el próximo año, el 4 de julio”.
Aunque la Iglesia Católica Caldea es la comunidad cristiana más grande en Irak, otras comunidades cristianas importantes incluyen la Iglesia Asiria de Oriente y la Iglesia Siríaca Ortodoxa.
Tanto Mar Awa III, el Patriarca Católico de la Iglesia Asiria de Oriente, cuanto el Patriarca Ignatius Aphrem II, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Siríaca, han expresado su solidaridad con Sako.
Se cree que el número de cristianos iraquíes ha caído de 1.5 millones antes de la invasión liderada por EE.UU. en 2003, a cerca de 150.000.
El grupo de voluntarios Open Doors colocó a Irak en el 18º peor lugar en el mundo para los cristianos en su Lista de Observación de 2023.
Ese grupo afirma que todas las diferentes comunidades cristianas en ese país “están gravemente afectadas por intolerancia, discriminación y persecución por parte de los líderes locales, autoridades gubernamentales y grupos extremistas islámicos”. (Raju Hasmukh con informaciones de The Pillar).
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