Cardenal de Nueva York resalta vigencia de la llama del Sagrado Corazón de Jesús, 350 años después

Hace 350 años, Jesús abrió su Corazón al mundo a través de Santa Margarita María Alacoque. Hoy, su llamado sigue vivo: consolarlo, adorarlo y dejarse amar por Él.

Redacción (19/06/2025 11:51, Gaudium Press) El pasado 16 de junio se cumplieron 350 años de una de las revelaciones más importantes de la historia de la Iglesia: la aparición del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque, religiosa de la Orden de la Visitación. Este acontecimiento fue recordado con especial fervor por el Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, quien destacó su gran significado en un video publicado este 18 de junio.

En aquel encuentro místico, ocurrido en 1675 en Paray-le-Monial, Francia, Jesús mostró a la santa su Sagrado Corazón, cubierto de llamas y coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior de su corazón, salía una cruz. En medio de esta visión llena de amor y sufrimiento, Cristo pronunció unas palabras que siguen resonando en los corazones de los fieles: “He aquí el corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor”.

Cristo ordenó difundir la devoción a su Corazón

Ahora el Cardenal Dolan ha subrayado la vigencia de esta devoción como una de las más queridas por el pueblo católico, y recordó “Esa devoción, la del Sagrado Corazón de Jesús, es una de las más populares en la Iglesia, gracias a la iniciativa divina”.

La devoción al Sagrado Corazón es una expresión piadosa y es una llamada al amor reparador. Santa Margarita María recibió de Cristo la misión de difundir esta devoción como respuesta a la frialdad del mundo ante su amor eucarístico. A través de ella, el Señor nos invita a consolar su Corazón herido y a establecer una relación más íntima con Él.

El arzobispo recordó que “junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y su fiesta se va a celebrar pronto”. Este año, la celebración litúrgica será el viernes 27 de junio, una ocasión propicia para renovar nuestra consagración y abrir el corazón a este manantial inagotable de misericordia.

Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia (Romanos 5,20). Y esa gracia, hoy más que nunca, nos llega a través del Corazón traspasado de Cristo.

Con información de AciPrensa