El purpurado canadiense envió mensaje a sus fieles con ocasión del inicio del mes de mayo.
Redacción (02/05/2025, Gaudium Press) Con ocasión del inicio del mes de María, el Cardenal Arzobispo de Toronto, Mons. Francis Leo, alguien muy apreciado en su país, ha querido dirigir desde Roma una comunicación a sus fieles “por el Mes de la Santísima Madre”.
“Les escribo al comienzo del mes dedicado a la Santísima Madre. Cuando llamamos a María ‘Nuestra Madre’ o ‘Madre María’, la reconocemos simultáneamente como Madre de Dios y como nuestra madre. Como Madre de Dios, María es la predilecta que llevó en su corazón y en su seno a la Segunda Persona de la Trinidad (Lc 1,28-36). Como madre nuestra, es la que Jesús mismo nos dio en la cruz como nuestra madre espiritual (Jn 19,25-27). Con estas tres sencillas palabras, ‘Nuestra Santísima Madre’, recordamos tanto la Anunciación como la Crucifixión. Hay una innegable profundidad y sencillez que acompañan la auténtica espiritualidad y devoción mariana, y los invito a vivirlas con mayor vigor este mes”, dice el purpurado canadiense.
El Cardenal recuerda que el tema de este Jubileo 2025 es la esperanza, y que el Papa fallecido llamó a María “la suprema testigo de la esperanza”, pues Ella, que reflexionaba siempre sobre la voluntad de Dios, nunca se dejó llevar por la desesperación y por el abandono. “María es la «estrella» brillante en el mar de la vida. Cuando las aguas de esta vida se agitan y amenazan con ahogarnos, María nos ayuda a navegar esta adversidad hacia su Hijo, fuente de nuestra esperanza, puerto de salvación”.
“Cuando hablamos de María, siempre usamos el superlativo porque ella es el ejemplo por excelencia. Ella manifiesta la victoria de la esperanza sobre la angustia, de la comunión sobre la soledad, de la paz sobre la ansiedad, de la alegría y la belleza sobre el aburrimiento y el disgusto, de las visiones eternas sobre las terrenales, de la vida sobre la muerte (Marialis Cultus, 57). Como Peregrinos de la Esperanza, nos arraigamos en Jesucristo y buscamos la intercesión de María”.
El purpurado recuerda que a inicios de mayo invitó a los fieles de Toronto a consagrarse a la Virgen, secundando una invitación del Papa. Pero “si no pudieron asistir a esta solemnidad, la memoria de Nuestra Señora de Fátima (13 de mayo), María Auxiliadora (24 de mayo) o la Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María (31 de mayo) serían días propicios para consagrarse a la Virgen María o renovar su consagración a su Inmaculado Corazón”.
Anuncia el Cardenal Leo que, el 31 de mayo de 2025 se celebrará “Un Día con María” en el Villanova College de King City. “Este día mariano es ideal para familias, con eventos y actividades planificadas para jóvenes y jóvenes de corazón. Presidiré la concelebración de la Eucaristía ese día y les pido que me acompañen. Durante el mes de mayo, imploramos la intercesión de Nuestra Señora, Madre de la Esperanza, y le pedimos que nos ayude a ver con fe y devoción la belleza y el esplendor de Dios en medio de nosotros y en el mundo”.
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