En declaración sobre su renuncia, el purpurado dice que quiere “apoyar un nuevo inicio” de la Iglesia alemana, al “asumir mi parte de responsabilidad por los pasados eventos” de abusos por parte del clero.
Redacción (04/06/2021 09:40, Gaudium Press) En una noticia que a muchos sorprende, se ha conocido que el Cardenal Reinhard Marx, uno de los más cercanos consejeros del Papa, ha ofrecido al Pontífice su renuncia como Arzobispo de Munich y Frisinga. El Cardenal Marx, fue durante mucho tiempo y hasta el 2020 presidente de la Conferencia Episcopal alemana, y hace parte de Consejo de Cardenales convocado en el 2013 por Francisco, como asesor para la reforma de la Curia Romana, el llamado G-9. El Papa puede hacer efectiva esta renuncia o no.
El Cardenal Arzobispo tiene solo 67 años, 8 menos de los 75 años en los que canónicamente debe ofrecer su renuncia un obispo.
Se ha llegado a un «callejón sin salida»
Trata el Cardenal Marx en la comunicación donde anuncia su ofrecimiento de renuncia – que según comunicado de la Arquidiócesis de Munich ha sido publicada con autorización del Papa – , de “fallos a nivel personal” y de “errores administrativos”, pero igualmente de “un fracaso institucional y sistemático” en la crisis de abusos sexuales por parte de miembros del clero en Alemania.
“Me parece -y es mi impresión- que hemos llegado a un ‘callejón sin salida’ que, sin embargo, podría convertirse también en un punto de inflexión según mi esperanza pascual”, dice en la declaración explicativa de su renuncia.
En la declaración, el Cardenal Marx también manifiesta que “esta decisión no es fácil para mí. Me gusta ser sacerdote y obispo y espero que pueda continuar a trabajar por la Iglesia en un futuro. Mi servicio por esta Iglesia y las personas, no termina. No obstante, para apoyar un nuevo inicio el cual es necesario, me gustaría asumir mi parte de responsabilidad por los pasados eventos”.
El Cardenal afirmó que en su renuncia solo tiene un papel secundario “los acontecimientos y discusiones de las últimas semanas”, en referencia a las polémicas suscitadas a raíz de posiciones asumidas por el llamado Camino Sinodal alemán y por las recientes ‘bendiciones’ de parejas homosexuales en alrededor de 100 iglesias en Alemania.
El purpurado ha sido uno de los más fuertes apoyos del cuestionado Camino Sinodal alemán, que en opinión de muchos ayuda a configurar una situación pre-cismática de la Iglesia alemana: “Este camino debe continuar”, reitera.
Con información de Vatican News
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