El purpurado alemán advirtió contra re-creaciones y redenciones que olvidan que solo la gracia de Dios puede redimir al hombre.
Redacción (05/02/2021 09:54, Gaudium Press) La expresión “Gran Reset” va haciendo carrera en todas partes, y en torno a ella se van posicionando los diferentes segmentos de opinión pública, los diversos líderes de opinión.
Gran Reset es algo que hoy por hoy, puede significar muchas cosas, pero tal vez el sentido principal según el pensamiento de diversos líderes prominentes es es de la reconstrucción de una sociedad post Covid basado en una mayor solidaridad y en una economía sustentable. Entretanto, en esa visión mayoritaria de lo que es el Gran Reset no está muy presente Cristo como eje central de la construcción de una verdadera civilización donde el hombre alcance verdaderamente su gloria.
Sobre los deseos de algunos de una ‘refundación’ del mundo, ha hablado el Cardenal Gerhard Müller, antiguo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien en declaraciones ofrecidas a Edward Pentin del National Catholic Register, da la bienvenida a economistas y políticos que se reúnen para discutir como la economía puede beneficiar mejor a los hombres, pero se pregunta en concreto qué “imagen de humanidad” tienen los miembros del Foro Económico Mundial, promotores de la visión ‘Gran Reset’.
Un nuevo colonialismo
Según el Cardenal Müller, dos lados, “el capitalismo lucrativo, los gigantes de la gran tecnología de los países occidentales” y el “comunismo de la República Popular China” – están hoy “convergiendo y fusionándose en un capital-socialismo unificado”, produciendo un “nuevo colonialismo”.
El objetivo, cree el cardenal Müller, “es el control absoluto del pensamiento, el discurso y la acción”.
“El hombre homogeneizado puede ser más fácilmente dirigido”, añade. “El mundo orwelliano del homo digitalis ha comenzado. A través del flujo mayoritario, se logrará la conformidad total de la conciencia de las masas a través de los medios de comunicación”. Y recordó al erudito francés del siglo XIX Gustave Le Bon, quien predijo tal situación en su libro La Psicología de las Masas.
Pero el peligro más significativo de la visión Gran Reset es su sueño de una utopía meramente humana, atea.
Expresa el Cardenal Muller que omitir a Dios en el plan del hombre, no augura nada bueno para la propia humanidad.
Siempre que el hombre quiso “re-crearse y redimirse él mismo”, recordó, se creó un monstruo en su lugar, citando como ejemplo el “espantoso experimento humano” de la Unión Soviética comunista que coincidió con la revolución industrial.
“Eso debería habernos convencido”, afirmó, “de que la utopía de un paraíso en la tierra en cualquier forma resulta en los mayores crímenes contra la humanidad (negación de la libertad de los disidentes, destrucción del trabajo, reducción de la población por aborto y eutanasia). La naturaleza del hombre, herida por el pecado, necesita el perdón divino. Solo la gracia de Dios puede redimirnos y darnos la ‘libertad y gloria de los hijos de Dios’”.
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